PP: "Nules cierra 2017 cobrando vados e imponiendo multas"
Nules cerrará el año con una batería de "proyectos anunciados" que pasados los meses se han demostrado que "eran, básicamente, venta de humo". El portavoz y concejal del Grupo Municipal del Partido Popular en Nules, Mario García, ha hecho balance de un año que "arrancó con el cobro de vados y que acaba con la imposición de sanciones a vecinos de la Vila".
El ejercicio 2017 ha sido, en opinión del PP, "la muestra clara de que nos gobierna un pacto de fracasos que malgasta el dinero que pagamos con nuestros impuestos y el que nos impone el alcalde a golpe de carta amenazante". Si el año dio comienzo con inspecciones y controles para cobrar vados, "no acaba mucho mejor, porque en la Vila se han cebado a imponer multas para lograr la peatonalización del casco antiguo que no pactaron con los vecinos".
A la imposición de proyectos, "alejada de ese talante supuestamente participativo y transparente que el PSPV y sus socios venden de forma reiterada", se ha sumado el fracaso de planes que garantizaron tendrían continuidad durante una década. "Es el caso del mercado de Mascarell, que no han sido capaces de mantenerlo ni un solo año", ha declarado García.
"El núcleo amurallado no es el único que ha perdido oportunidades e inversión, 70.000 euros de una subvención y la posibilidad de reclamar el 1,5% cultural convocado por el Gobierno de España". También "seguimos esperando ver realidades como es el caso del terreno para la nueva ciudad deportiva que el PSPV garantizó hace más de un año que debía albergar un nuevo pabellón, pistas de atletismo, un velódromo y un campo de fútbol". "No es que no se hayan ejecutado estas infraestructuras, es que siguen sin tener el suelo donde desarrollarlas".
"Situación similar ocurre en el Museo de Medallística, del que también anunciaron hace más de un año que negociaban la permuta de terrenos para su ampliación". "No hay proyecto alguno ni equipo de trabajo. En Nules gobiernan cinco partidos que solo buscan su rédito particular y ello se traduce en anuncios que se traducen en humo y en malgasto que llevan al pueblo a financiar planes tan insólitos como el banco de ADN de excrementos de perros que nos va a costar 36.000 euros de nuestros bolsillos".