La ‘nueva normalidad’ pone en riesgo la seguridad en las cárceles valencianas
El sindicato ACAIP denuncia que se han relajado las medidas de prevención en la cárcel de Picassent
Con la llegada de la nueva normalidad la vida social ha retomado una parte de su cauce. Sin embargo, no en todos los ámbitos sirve del mismo modo, ya que en las prisiones las medidas adoptadas para evitar los contagios han sido “desmanteladas”, tal y como denuncia el sindicato ACAIP en un comunicado de prensa.
En este sentido, el sindicato denuncia que en la cárcel de Picassent se han visto suprimidas todas las medidas preventivas: “Se han desmantelado todas las medidas de protección que en los últimos meses habían evitado la entrada del coronavirus”.
Desde ACAIP aseguran que gracias a esas medidas y, además, con la profesionalidad de los trabajadores penitenciarios se ha conseguido que el impacto del virus en los centros haya sido ínfima. “La incidencia de la enfermedad ha sido muy inferior a la media”, explicaban en el comunicado.
Lo cierto es que en la cárcel de Picassent ningún interno se ha visto afectado por el Coronavirus. Pero, según apuntan en ACAIP desde el 6 de julio las medidas preventivas han desaparecido: “No queda rastro alguno de esas medidas preventivas. Se han desmantelado de un plumazo”.
“Se han eliminado las cuarentenas de los internos que ingresan procedentes de libertad o reingresan de permiso y que permitían comprobar si el interno estaba enfermo o no, y si una vez superada podía pasar a un módulo normal. Y se han sustituido por una declaración responsable del interno de que no ha padecido síntomas”, detallaban desde el sindicato.
Acaip señala que la "limitadísima" plantilla de médicos soporta "una gran presión" para que "sin apenas medios, ni tiempo para ello, valoren si quien ingresa puede, o no, padecer la enfermedad", tras lo cual el preso pasa a un módulo con más de 100 internos.
A esto se suma la presión que, tal y como aseguran desde ACAIP, están soportando los médicos, una plantilla que además de estar “limitadísima” se valen “sin apenas medios, ni tiempo” lo que dificulta la valoración de aquellos que ingresan con la enfermedad.
El sindicato también añade que la Generalitat ha establecido con carácter general una limitación de un 75 % en los espacios públicos, que en determinados supuestos es incluso inferior, y el centro penitenciario de Picassent es “el único lugar de la provincia de Valencia en el que su aforo no se ha visto limitado” y las salas de espera de los familiares y los locutorios están ocupados al 100 %.
“En el Centro Penitenciario de Picassent se ha ido mucho más allá de lo que la normativa actualizada, la situación social, sanitaria y epidemiológica permiten eliminando, sin necesidad, medidas que se han revelado eficaces durante los últimos meses", expresaban en el comunicado.
Desde Instituciones Penitenciarias explican que siguiendo las indicaciones del Ministerio de Sanidad ya no se guardan cuarentenas al estar en la nueva normalidad. Sin embargo, sostienen que a los ingresos que regresan o proceden de los juzgados se les realiza una valoración por parte del equipo médico, psicológico y el educador para determinar si tienen síntomas compatibles con la COVID-19 y, en su caso, adoptar las medidas oportunas.
Asimismo, desde el organismo han asegurado que en las zonas donde hay rebrotes los controles en las prisiones son más exhaustivos. Y, además, informaban de que la subdirectora médica de la prisión de Picassent ha mantenido una reunión con Salud Pública para evaluar las medidas que se deben tomar ante un posible brote en la zona o casos que pudieran detectarse en el centro penitenciario.