Mulet pregunta irónicamente sobre el servicio ferroviario “EVA” para el País Valencià
El portavoz de Compromís en el Senado, Carles Mulet, ha trasladado distintas iniciativas pidiendo explicaciones al Gobierno y en especial al Ministro de Fomento por el anuncio para principios de 2019 de un AVE “low cost” únicamente entre Barcelona y Madrid y ha pedido qué actuaciones similares hay previstas con la ciudad de València, tercer núcleo del Estado.
Mulet ya trasladó las quejas de la Chunta Aragonesista porqué este AVE de bajo coste evite parar en Zaragoza, que cuenta con un área metropolitana de casi 800.000 personas.
Según Mulet “mientras en el País Valencià sufrimos todo tipo de recortes en ferrocarriles, desde cercanías, a pseudoaves lentos, paralización del corredor mediterráneo, anuncian para conectar Madrid y Barcelona un tren de bajo coste. La pregunta al Gobierno es cuándo podremos disfrutar de un AVE normal por ejemplo entre Castelló y València (y no el simulacro actual), o cuando se va a conectar València o Alacant con Madrid por EVA, o incluso cuándo se va a conectar València, Alacant o Castelló con Barcelona y Europa con AVE, EVA o cualquier tren que cumpla con los estándares”.
El parlamentario valencianista ha explicado que la conceptualización de este servicio es perverso “si dicen que pueden rebajar un 25% el coste, es por dos cosas, o porqué ahora cobran un 25% de más, o porqué piensan bonificar este trayecto. Si lo piensan bonificar es en base a dinero público, el mismo que deniegan para una infraestructuras dignas para los y las valencianas”.
Para Mulet, que se anuncie esta actuación de bajo coste mientras continúa siendo patética la conexión de la tercera ciudad de la península con la segunda (Barcelona), o con la quinta (Zaragoza) e imposible con la cuarta (Sevilla) demuestra de nuevo el fracaso del sistema de radial centralista, donde lo único importante es conectar Madrid y no a los territorios entre sí.
Sexismo del EVA
Mulet igualmente ha criticado la escenificación de este nuevo servicio de bajo coste “que se feminice el AVE con un nombre en femenino, con colores rosas, y se acabe transmitiendo su feminización comporta ser 25% más barato, es alimentar el imaginario de la brecha salarial, que por ser en femenino ha de costar menos, como pasa con la brecha salarial existente en España. Les traiciona de nuevo su subconsciente casposo”, ha concluido.