Mulet: "El Gobierno no sabe nada de la figura del “coordinador de cercanías” anunciado por Ábalos en febrero"
Mulet afirma que la crisis por la COVID-19 no puede convertirse en excusa para eludir compromisos vitales
El Gobierno continua sin poder concretar nada de la anunciada creación por parte del Ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, de la figura del Coordinador de Cercanías de València” ante el vergonzoso caos que está sufriendo el sistema ferroviario, especialmente las cercanías en el País Valencià”.
Desde que se anunció a principios de febrero la creación de esta figura, el portavoz de Compromis en el Senado, Carles Mulet, solicitó al Gobierno que detallara las funciones, atribuciones, el proceso de selección de esta persona, o el salario, personal y recursos a disposición va a tener esta persona o figura, y la respuesta siempre han sido evasivas por parte del ejecutivo, sin poder concretar nada de esta promesa.
Anteriormente el Gobierno afirmó que el pasado 14 de febrero, tras la Comisión de Seguimiento del Plan de Cercanías, el MITMA presentó un Plan de Acción para el núcleo de Cercanías de Valencia-Castellón que tiene como objetivo recuperar los estándares de calidad del servicio ajustándolos a la media de España, tanto en lo que se refiere a puntualidad como en el cumplimiento de la oferta programada, de los cuales tampoco ha podido aportar ningún logro, calendario de actuaciones, ahora de nuevo se limitan a afirmar que “Respecto a la figura del coordinador por la que se pregunta, se indica que en estos momentos no es posible dar más información, pues la prioridad absoluta actual del Gobierno es la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19, para lo que se declaró el estado de alarma el pasado día 14 de marzo”
Para Mulet, “la gravedad de la COVID19 no puede ahora anular promesas que se vendieron con inminentes. Desde el anuncio de la creación de esta figura hasta la declaración del estado de alarma pasaron casi mes y medio, y estamos hablando de una emergencia; el caos general en RENFE antes de la COVID19 urgía actuaciones inmediatas; cancelaciones, anulaciones, averías, saturación de trenes, eliminación de servicios, falta de reposición de personal, problemas de accesibilidad, indignación generalizada entre las personas usuarias, por ello, entendiendo que la COVID19 haya paralizado toda planificación previa, no se puede usar esta crisis como excusa de todo, ni para olvidarse de los compromisos adquiridos. Más que nada porqué el transporte público colectivo continúa siendo vital para luchar contra el cambio climático, pero también ahora ha de reforzarse la inversión para que este pueda funcionar con la máxima seguridad sanitaria”