Mulet defiende en el Senado los impuestos digitales Google y Tobin para gravar las actividades con enormes cifras de negocio y especulativas
El Grupo de la Izquierda Confederal presenta distintas enmiendas para reducir los “vergonzosos” tipos impositivos a las empresas digitales, que generan graves problemas a las empresas tradicionales
El portavoz de Compromís y del Grupo de la Izquierda Confederal en el Senado, Carles Mulet, ha justificado las enmiendas presentadas a las leyes del Impuesto de Determinados Servicios Digitales y del Impuesto sobre las Transacciones Financieras. En su intervención Mulet ha puesto de relieve la diferencial fiscalidad que asumen en nuestro país las empresas tradicionales y las grandes digitales y ha justificado que deban pagar “una parte justa de los impuestos en los Estados donde ejercen su actividad económica, como están haciendo aquellas empresas a las que se está haciendo competencia de una forma desleal”.
El representante valencianista ha señalado que “en una situación como la que estamos viviendo con ventas online disparadas, es necesario hacer un ajuste que permita destinar este dinero para frenar los efectos de la pandemia sobre el estado del bienestar”. Así, ha calificado de “maquillaje contable” las cuentas de algunas de estas empresas, ya que “han podido seguir vendiendo como si nada, mientras que quien levanta la persiana cada mañana ha salido escaldado de esta crisis y sigue soportando la carga fiscal que no soportan estas empresas a quienes la derechona defiende, al no tener el valor de pedirles lo mismo que se aplica al pequeño comercio”.
Apoyo a la financiación de las CCAA
Las enmiendas presentadas por el Grupo de la Izquierda Confederal (Adelante Andalucía, Més per Mallorca, Más Madrid, Compromís, Catalunya en Comú Podem y Geroa Bai) reclamaban el aumento del tipo impositivo del 0,2 al 0,3%, penalizar las operaciones de alta frecuencia (HFT) en bolsa, que el valor de capitalización bursátil de los contribuyentes sean superiores a los 500 y 700 millones de euros en función del impuesto; la cesión del 50% de la recaudación líquida del Impuesto de Determinados Servicios Digitales y del 60% en el Impuesto sobre las Transacciones Financieras a las comunidades autónomas en pagos mensuales de lo recaudado en cada territorio, para financiar las competencias en bienestar de las personas, ante el actual modelo “ineficaz e injusto”. “Reiteramos la necesidad de mejorar la financiación de las CCAA, ya que necesitamos recursos para hacer nuestras políticas. Y lo necesitamos ya, cuanto antes. Por eso reclamamos la puesta en marcha cuanto antes de estos impuestos”, ha concluido.