Compromís per Mislata y PODEM Mislata reivindican la esencia republicana del 14 de abril frente al auge de posiciones excluyentes y autoritarias
“Construimos el republicanismo del futuro”
Ya muy adentrados en el siglo XXI es evidente que una de las cuestiones capitales a resolver pasa claramente por el modelo de estado que tiene que servir para superar el punto muerto que actualmente atraviesa el estado español. Cada vez más se cuestiona el supuesto consenso de la transición, que ha perdido su vigencia y no permanece de este más que una visión falseada, mitificada y edulcorada, absolutamente descontextualizada y secuestrada por los grandes beneficiados de aquellos acuerdos espurios.
El futuro de un estado democrático debe implicar la elección de su jefe de estado, y su forma de gobierno para poder ejercitar el justo proceso de reivindicación e implantación de unas democracias reales sustentadas en los valores republicanos.
Más de 2/3 de la población actual con derecho de voto no había nacido o no tenía la edad requerida para votar en la consulta de 1978, que vinculaba la democracia a la monarquía. La legitimidad democrática de la monarquía parlamentaria y el resultado del referéndum en favor de la democracia no puede entenderse como un apoyo explícito a la institución monárquica en la actualidad.
El hecho que esta cuestión no haya sido sometida nunca a una consulta popular, supone una grave carencia de la cual son responsables directos los gobiernos anteriores por no haber mostrado disposición a dejar esta decisión en manos de la ciudadanía.
El blindaje legal a la monarquía no es comprensible actualmente, no se sustenta en una voluntad popular expresada libremente y canalizada mediante un referéndum. La abdicación de Juan Carlos I represento el momento idóneo para ello, pero los partidos del turnismo político y en las prácticas cortesanas, permitieron que el cargo de jefe de estado pasara a su hijo, obviando el derecho de la ciudadanía a reafirmarlo o enmendarlo.
Las personas y colectivos que apoyan esta iniciativa, manifestamos nuestra voluntad para gestionar y revertir lo antes posible esta anomalía democrática que es, de facto y de iure, la monarquía parlamentaria.
Concretamente esto pasa por tres ejes de actuación, político, social y personal, que los firmantes de este manifiesto se comprometen a llevar adelante en sus actuaciones. Es el momento de dar un paso adelante y de romper con el continuismo de la monarquía parlamentaria. Es el tiempo de iniciar el camino y para enfrentar abiertamente el proceso hacia un futuro republicano.