Un libro editado por Presidencia de la Generalitat rescata el recuerdo del rey Jaume I en la memoria del pueblo valenciano y cómo se ha convertido en un símbolo identitario y cultural
El presidente de la Generalitat ha conversado con el escritor sobre esta obra, que muestra cómo la figura de Jaume I ha sido invocada a lo largo de los siglos
Una mirada histórica al símbolo que ha representado para el pueblo valenciano la figura del rey Jaume I es el hilo conductor del libro 'Jaume I en la memoria de un pueblo', escrito por el catedrático de la Universitat de València Vicent Josep Escartí, que acaba de publicar Presidencia de la Generalitat y se puede adquirir a las librerías Llig.
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en una reunión en Palau, ha conversado con el escritor sobre esta obra, que traza un recorrido histórico alrededor de la figura del rey conquistador -rey de Aragón, rey de Mallorca, rey de Valencia, conde de Barcelona y señor de Montpellier- y de cómo esta figura ha supuesto para los valencianos y las valencianas un símbolo de la identidad colectiva, rememorado especialmente como creador del Reino de Valencia.
El recuerdo de aquella imagen del rey Jaume -perpetuada en buena medida a través de su 'Llibre dels Feits'-, nunca perdió el poder de atracción sobre el mundo académico e intelectual ni tampoco entre el pueblo, que lo ha invocado siempre como garante de las libertades de los valencianos y de las valencianas. Por eso, como ha destacado el presidente, la memoria de Jaume I no ha desaparecido nunca.
El volumen, subtitulado 'El rei Conqueridor en la literatura i en la historiografia, del segle XIII al XX', refleja cómo el recuerdo del rey fue perpetuándose a lo largo de los siglos. Así, durante la Edad Media, tanto los trovadores como los cronistas -incluido el propio rey Jaume I, autor de una crónica- fueron los primeros en mantener viva la presencia de aquel rey extraordinario. La celebración del 9 de octubre en València tuvo un papel fundamental ya en aquellos primeros momentos, y así, por ejemplo, se sabe que Alfonso el Magnánimo, el 1428, lo celebró con una cabalgata espectacular.
Durante el siglo XVI, el interés por los orígenes de las sociedades llevó a historiadores como Beuter o Viciana a dedicar parte de sus esfuerzos, a la vez que humanistas como Gómez Miedes iniciaban la difusión de la Crónica del rey en latín y en castellano. En el siglo XVII (el 1633) se produjo el intento fallido de uno de sus descendentes, el conde de Guimerà, de canonizar al rey Jaume, de quien se valoraba especialmente su gran devoción por la Virgen María.
Según ha explicado el autor, "la agudización del proceso de transculturación en el marco de la monarquía hispánica, la definitiva expulsión de los musulmanes que quedaban en la península y otros aspectos provocaron un progresivo olvido de la figura real, cuya presencia en València solo permaneció muy viva durante la celebración del 9 de Octubre, que revistió siempre una gran solemnidad hasta que Felipe V, al anexionar a Castilla el reino de València 'por justo derecho de conquista' en 1707, impuso unas nuevas instituciones que se iban a encargar de eliminar en la medida de lo posible cualquier vestigio de la época foral. "Aunque no lo consiguieron", ha afirmado Escartí.
En el siglo XVIII, el capítulo de la catedral de València preservó una conmemoración litúrgica de primera magnitud para los valencianos y las valencianas y también el recuerdo de la gesta de la conquista de la ciudad por Jaume I. En especial, destaca la celebración del centenario, el año 1738.
El renacimiento, en el siglo XIX, aprovechó la conmemoración del sexto centenario de la muerte de Jaume I (1876) para convocar, en València, donde se admitía que se habría producido seguramente la muerte del rey, una fiesta poética extraordinaria, que reunió las principales figuras renacentistas de València, Cataluña, Baleares y Provenza.
El siglo XX ha sido, sin duda, el que más interés ha mostrado por el rey medieval. Los territorios de la antigua Corona de Aragón, desde diferentes perspectivas y con diferentes iniciativas, lo han reivindicado como una pieza clave del pasado. Especialmente en tierras valencianas se ha convertido en un signo de identidad y en un emblema de su cultura hasta la actualidad.
El libro de Escartí hace este largo recorrido por el interés alrededor de la figura y la obra autobiográfica de Jaime I, que ahora supera los ochocientos años y que ha dejado numerosísimos testimonios, muchos de los cuales son motivo del estudio.