El peculiar método de enseñanza de una maestra de Castellón con pollitos en el aula
Tamara Lorente, de la Vall d’Uixó pero docente en Valencia, ha puesto en marcha el proyecto ‘Rompiendo el cascarón'
Una maestra de Castellón ha puesto en marcha un proyecto de investigación e innovación educativa, con el que pretende, mediante una perspectiva inclusiva, potenciar el respeto hacia la biodiversidad, la preservación y la protección de los seres vivos.
Y ¿cómo lo consigue? A través del proyecto ‘Rompiendo el cascarón’ que “nace desde la humildad, la confianza, el aprecio, el esfuerzo y la dedicación, junto con la combinación de mi vocación por la enseñanza, mediante una visión transformadora y mi pasión por los animales”, señala la maestra natural de la Vall d’Uixó, que ejerce en el colegio La Albereda de Valencia, Tamara Lorente.
Con Rompiendo el cascarón “se genera un clima de confianza en el equipo y un acercamiento entre el alumnado que estimula el aprendizaje”, asegura.
El propósito es que los alumnos puedan disfrutar no solo del contacto de los animales, sino también de la parte inclusiva y de atención a la diversidad, siempre vinculado a la normativa y la legislación vigente y cuenta con el respaldo de las autoridades competentes.
¿Qué es Rompiendo el cascarón y cómo funciona en el aula?
Con el objetivo de fomentar la cría y recuperación de algunas razas de gallinas autóctonas, a través de Rompiendo el cascarón, Tamara Lorente busca contribuir a la preservación del patrimonio.
Mediante una incubadora digital, durante 21 días, se observa la reproducción, la evolución y el crecimiento de los embriones de ave hasta su eclosión. Una vez que los huevos hagan eclosión, se los alimenta y se los cuida siguiendo las pautas correspondientes a la cría de pollitos.
Los huevos fértiles proceden de gallinas autóctonas en peligro de extinción que facilitan asociaciones o criadores.
Así, después de estudiar todo el proceso y la evolución de los nuevos pollitos, estos podrán ser devueltos a la asociación pertinente.
“Dado que queremos trabajar la diversidad, banda de las gallinas autóctonas que recuperaremos procedentes de nuestra comunidad, les presento también una raza de gallina de otro continente, para que vean las diferencias entre culturas y razas y que puedan comparar gallinas de otros lugares con las que ven en España”, señala la docente. Concretamente, los muestra la gallina sedosa de Japón, una raza poco conocida y muy característica por su pelaje.
¿Cuándo surge este proyecto?
Este proyecto surgió en el colegio San Fernando de Alicante en el año 2017, en concreto con un grupo de primer curso, “donde las características evolutivas y sociales de los alumnos eran muy dispares”, explica. “Para que aprendieron a respetarse y amarse todo y sus diferencias, se me ocurrió hacerles una comparación a través de la metáfora de que ellos representaban los huevos. Estos huevos tan diferentes entre ellos en función de su procedencia”.
En el curso 2018-2019, Tamara Lorente llegó al colegio Félix Rodríguez de la Fuente, en Manises, donde siguió trabajando en el proyecto. “Allí conocí Vanessa Antolín, actual directora, y Rafael Atienza, inspector de educación y del centro en aquel momento. Los hablé del proyecto y me apoyaron ciegamente”.
"Y este curso 2021-2022 , después de años de trabajo, mucho de esfuerzo, mucha lucha, muchos obstáculos, muchas lágrimas, pero sobre todo muchísima ilusión, por fin ahora puede ver la luz”, apunta orgullosa esta maestra.
¿A qué etapa escolar va dirigido?
Rompiendo el cascarón va más allá de una etapa, nivel o modalidad de escolarización, según Tamara Lorente. "Puede ser integrado en todos los niveles curriculares del centro, englobando a pequeños y grandes, y hacerlos partícipes de un proyecto flexible, cooperativo y competencial”, asegura.
¿Cómo se desarrolla?
Támara Lorente explica que el proyecto está fundamentado en la práctica educativa del Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP o PBL, Project-based learning), hecho que lo convierte en un proyecto globalizador en el cual se implementan metodologías activas como el aprendizaje cooperativo, el aprendizaje basado en problemas, aprendizaje a través del juego, ludificación, ambientes…
Para una mejora de la experiencia educativa, "también llevamos a cabo el Aprendizaje–Servicio (APS) para otorgar realidad al proyecto, de aumentar la motivación y de dar relevancia al que están haciendo. De hecho, APS aporta un fin social a los proyectos ABP puesto que aumenta los aprendizajes del alumnado y aporta un bien al entorno inmediato del alumnado”, apunta.
“Cada niño es diferente y, por lo tanto, sus necesidades también lo son. Por eso, en los niveles más básicos, en infantil y en primer ciclo, tenemos que tener en cuenta la importancia del alumnado como constructor de su propio aprendizaje. Los más pequeños tendrán que llevar a cabo actividades de manipulación, sensoriales y motoras dada su necesidad de aprendizaje a través de la observación. Estos aspectos son fundamentales en esta etapa. Se tiene que tener en cuenta que los más pequeños de la escuela vivirán el proyecto con una intensidad diferente y desde un punto de vista más experimental. Por lo tanto, al proyecto se proponen una serie de actividades inspiradoras que se podrían realizar con ellos y ellas de forma más práctica y vivencial”, continua la docente.
El proyecto cuenta, además, con un cuaderno de seguimiento, el Cuaderno de evidencias, con actividades dirigidas al alumnado de segundo y tercer ciclo. Este cuaderno está complementado con un Diario de incubación que los alumnos deben rellenar siguiendo las pautas indicadas mientras se lleva a cabo el proyecto. Se trata de un diario en que anotan los datos recogidos sobre la gestación de los embriones.
Cómo puede contribuir este proyecto a la inclusión educativa?
Esta docente de la Vall d’Uixó explica que el nuevo término ha sido instaurado en nuestro sistema educativo para atender la diversidad: DUA (Diseño Universal de Aprendizaje). Uno de los principios fundamentales de nuestro sistema educativo es la educación inclusiva, y es por eso que se tiene que hacer uso de los principios de esta metodología con el fin de poder atender todos los tipos de alumnos que nos encontramos en el aula. El DUA trata de flexibilizar el currículum porque este sea abierto y accesible para todo el alumnado, intentando eliminar cualquier barrera que se pueda encontrar en el proceso de aprendizaje.
Con su implantación, se tratan de eliminar las posibles adaptaciones que se hacen a los contenidos, porque su intención es que, desde un principio, sean presentados de diferentes maneras, que tengan en cuenta la variedad de nuestro alumnado. Siguiendo lo DUA, tienen que incluirse desde el comienzo al currículum y la planificación, varias formas de representación, expresión, acción y motivación porque, en el futuro, las adaptaciones a posteriori no sean necesarias.