La novena falla de la Vall d’Uixó planta por primera vez con polémica
Los vecinos de Carmaday recuerdan los años en que las discotecas rompían la tranquilidad de este barrio y temen que se pueda repetir la historia
La Vall d’Uixó ya ha plantado sus monumentos falleros y este año, con las fallas post covid, son 9 las comisiones que han sacado monumentos a la calle.
La última en plantar ha sido la Falla 9 d’Octubre que ha llegado al barrio Carmaday con polémica, con un cruce de acusaciones entre miembros de la comisión y vecinos del barrio que llegaron a colocar una pancarta que con el viento acabó volcando el muro.
Pancarta
Sin duda, a la sátira y al ingenio típicos de las fallas, se le suma la crítica y en este caso por partida doble.
El monumento está instalado en el carril de la vía de servicio del área industrial de Carmaday, si bien está fuera de las calles del barrio, la falla está ubicada justo enfrente de esta zona que siempre se ha caracterizado por ser un barrio residencial. De hecho, el presiente de la asociación de vecinos, Iván Felipe, explica que “a Carmaday viene mucha gente a vivir porque quieren evitar las fiestas” y ahora se topan con una falla.
De hecho, una plataforma de vecinos ha recogido 282 firmas contra la plantà de la falla que según Montse Naharro, presidenta de la comisión fallera 9 d’Octubre, “tiene todos los permisos del ayuntamiento en regla”. Respecto del ruido o molestias que podrían ocasionar, la responsable de la entidad fallera asegura que “todo lo hacemos dentro del bar. Incluso han llamado a la policía denunciando que estábamos haciendo ruido” pero tras personarse “vieron que estábamos cenando y se marcharon”.
“El artista es de la Vall, las comidas las hacemos en un bar de la Vall, la arena es de la Vall. Hemos decidido que el dinero se quede aquí. Gracias a la falla come mucha gente”, afirma Naharro.
Podrían romper la tranquilidad del barrio
Desde el primer momento, la mayoría de los vecinos de Carmaday se han mostrado contrarios a la instalación de la falla. Con el anterior presidente Wenceslao Jiménez, de las 165 viviendas existentes en el barrio, unas 150 ya dijeron que no la falla.
En la misma línea se muestra la actual junta y la gran mayoría de los vecinos que temen que la falla pueda romper la tranquilidad del barrio.
Iván Felipe, presidente de la asociación de vecinos, recuerda como no hace muchos años, durante los fines de semana, la Policía Local tenía que vallar el acceso al barrio para que los jóvenes que iban a las discotecas de la zona no entraran a hacer botellón.
“En esta zona hubo mucho conflicto por la zona de ocio”, recuerda el responsable vecinal.
Una cámara de pega
Otra parte no exenta de polémica ha sido la instalación de una cámara en la vía pública, que Montse Naharro asegura que es "de pega", no obstante los vecinos han informado a la Policía Local quien ya les ha pedido que la retiren, al pensar que era de verdad.
Cámara instalada
