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LA TOMATINA 2023

De La Llosa a Buñol: 120.000 kilos de tomates preparados para la batalla

De La Llosa a Buñol: 120.000 kilos de tomates preparados para la batalla
  • Como cada último miércoles de agosto, la localidad valenciana se teñirá de rojo

A pocas horas para que dé inicio la batalla más internacional del verano, la Tomatina de Buñol, ya han partido desde La Llosa (Castellón) los 120.000 kilos de tomates con destino a esta localidad valenciana.

La suma se ha cargado en camiones desde la cooperativa Citrimed, ubicada en el municipio de la Plana Baixa.

"El almacén lleva muchos meses trabajando en esta comanda. Hoy es el día definitivo del traslado, pero durante las últimas semanas se han estado acumulando y reservando con mucho trabajo y esfuerzo. En La Llosa cuidamos al sector agrario y a nuestras empresas para que puedan trabajar con los mejores frutos posibles. Ahora, el nombre de La Llosa viaja hacia una de las fiestas más internacionales de España", ha explicado el alcalde de La Llosa, Ximo Llopis.

Esta fiesta, de gran popularidad nacional e internacional, lleva el sello de La Llosa desde hace muchos años, "un hecho precedido por el sacrificio y la profesionalidad del personal del almacén durante toda su historia", ha añadido Llopis.

Así, el almacén castellonense recibe y almacena los tomates de pera que han salido el martes 29 de agosto cargados en camiones en dirección a Buñol.

La Tomatina se celebra a las 12:00 horas, aunque se recomienda a los participantes acudir al lugar con al menos dos horas de antelación, y es que serán miles las personas que se congregarán el próximo miércoles para celebrar a base de tomatazos, una de las festividades más relevantes y queridas en todo el mundo.

76 años de la Tomatina

Para entender este fenómeno hay que remontarse hasta el año 1945, más precisamente al último miércoles de agosto de ese mismo año. Durante un desfile de gigantes cabezudos, unos jóvenes trataron de hacerse un hueco entra la muchedumbre para poder verlo desde más cerca. Su esfuerzo y movimiento por avanzar provocaron la caída de uno de los participantes de la cabalgata, que, lleno de ira y rabia comenzó a golpear todo lo que encontraba a su paso. Por benditas casualidades, cerca de allí había un puesto de verduras, y el desenlace, se puede adivinar desde este punto. La multitud, enfurecida por la actitud de este participante y el revuelo formado, comenzó a lanzarse tomates de manera indiscriminada, hasta que las fuerzas del orden público pusieron fin a aquella batalla vegetal.
 
Lo más curioso de todo, es que, al año siguiente, esos mismos jóvenes decidieron volver a la acción y repitieron el altercado de manera intencionada, sembrando la semilla de una de las tradiciones más especiales y curiosas que jamás se han forjado. Sucesivas suspensiones y cancelaciones se fueron dando durante los siguientes años, hasta 1957. Ese año se dio en Buñol uno de los sucesos más extravagantes y reivindicativos de su historia, cuando, en señal de protesta, los vecinos del pueblo circularon en procesión portando un ataúd con un gran tomate en su interior. La marcha, acompañada de su banda de música fúnebre, supuso un éxito y pasó a instaurarse de forma oficial en Buñol. El resto, es historia de nuestro país.

21 años siendo Fiesta de Interés Turístico Internacional

También se cumplen 21 años desde que la Tomatina de Buñol fuese declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional. En España hay en total 68 festejos portadores de este título. Algunos de sus requisitos están relacionados con la antigüedad del festejo y su continuidad en el tiempo, así como el arraigo y participación popular, su originalidad, repercusión social, o que durante su celebración no se produzca ningún tipo de maltrato animal o medioambiental. Normalmente la cifra de internacionales que suele participar cada año en el festejo suele rondar el 40% del total, siendo ingleses, estadounidenses, australianos, japoneses y surcoreanos las nacionalidades más reticentes en el evento.

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