Los jóvenes valencianos cobran 805 euros al mes de media y no se pueden independizar
La Comunitat Valenciana se sitúa como la segunda región de España con menos personas jóvenes emancipadas por los bajos salarios y el precio de la vivienda pese a las ayudas de la administración
Ser joven y trabajar no está bien pagado. Literalmente. El sueldo medio de un joven valenciano de entre 16 y 30 años es de 805 euros. Mucho menos que la media de los jóvenes españoles (902 euros mensuales) y, por supuesto, mucho menos que el salario mínimo interprofesional (1.080 euros). Con esos ingresos y con los precios de la vivienda por las nubes, son muy pocos los afortunados que consiguen emanciparse con menos de treinta años.
Así lo refleja el último Observatorio de la Emancipación juvenil de la Comunitat Valenciana que lamenta que las políticas públicas que se están llevando a cabo tanto a nivel nacional como regional en materia de vivienda son insuficientes y llegan a una ínfima parte de la población juvenil.
El escenario que presenta el informe es el siguiente: solo un 13,4% de los jóvenes valencianos está emancipado y la mitad de ellos vive de alquiler ya que no se puede permitir pagar una hipoteca. Además, uno de cada diez jóvenes que vive de alquiler ha de hacerlo compartiendo piso con más gente. Desde que se comenzó a realizar el observatorio, el año en el que más jóvenes se habían independizado fue el 2006, con uno de cada cuatro de ellos emancipados.
Y es que la situación de la vivienda es la gran barrera en estos momentos: “Los jóvenes que viven de alquiler han de destinar un 72% de su salario cuando lo recomendable es que no supere el 30%. En el caso de que quieran comprarse un piso, el pago de la hipoteca disminuye aun 46% del sueldo pero la barrera para comprar un piso está, de media, en 37.500 euros, algo que es prácticamente inviable para la población juvenil valenciana”, ha indicado la Vicepresidenta del Consell Valencià de la Joventut, Esther Martínez.
La reforma laboral no termina de arrancar
El segundo factor que más impide lograr esa ansiada independencia para muchos jóvenes es el empleo, que mejora ligeramente debido a la reforma laboral pero no termina de arrancar, tal y como explican desde el Consell Valencià de la Joventut: “Cada vez hay menos empleos parciales pero sigue teniendo una tasa muy elevada y la mitad de los jóvenes que trabajan a tiempo parcial no lo hacen porque quieren, sino porque no tienen más remedio”, explica Esther Martínez.
Además, un 44% los jóvenes trabaja en un empleo para el que está sobrecualificado. Pese a que se reduce la temporalidad y se incrementan los contratos indefinidos, la situación no es muy positiva: “La precariedad juvenil sigue existiendo y los datos no son positivos. Ser joven y trabajar no te exime de estar en riesgo de exclusión social”.
Soluciones estructurales a largo plazo
Desde el Observatorio ponen en valor que en los últimos años “se están logrando avances gracias al gran trabajo conjunto del Consell Valencià con la administración como por ejemplo en las ayudas destinadas al acceso a la vivienda, el bono alquiler joven o la reserva preferente del 40% de las viviendas púbicas para jóvenes. Pero estas ayudas no dan respuesta a la problemática que actualmente nos encontramos”.
Precisamente a la rueda de prensa de presentación de estas conclusiones ha acudido la Directora general de Emergencia Habitacional, Pura Peris, quien ha detallado el motivo por el que solo el 15% de los demandantes del alquiler joven han recibido la ayuda: “Solo llegan al 1,6% porque con 22 millones de euros era imposible ayudar a todos teniendo en cuenta que el bono joven supone 600 euros al mes durante dos años”.
Desde el Consell Valencià piden más políticas que produzcan “cambios estructurales que tengan un impacto profundo en el mercado laboral y en la vivienda, como es la regulación del precio de alquiler, el aumento del parque público de vivienda o el salario mínimo interprofesional”.