Jorge Fuentes: “Cataluña nunca será independiente, aunque me preocupan los grupúsculos valencianos”

De origen valenciano, hijo adoptivo de Burriana y Castellón y una carrera diplomática de cinco lustros recorriendo el mundo entero. Jorge Fuentes Monzonís-Villalonga es un diplomático español, ahora ya jubilado, aunque en activo con algunos de los organismos en los que ha trabajado como la ONU en Nueva York o la OSCE (Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa). Ha estado destinado en las representaciones diplomáticas españolas en Túnez y Estados Unidos, ha sido embajador en Bulgaria y jefe de la misión de la OSCE en Croacia.

Gran conocedor de la política europea, de los movimientos geopolíticos y distinguido con numerosas condecoraciones por sus aportaciones, ha pasado recientemente por Burriana para analizar la actualidad política y reflexionar sobre lo que la Sociedad está viviendo hoy en día. Sobre estos y otros muchos temas le ha preguntado elperiodic.com en esta entrevista que a continuación pueden leer.

¿Qué le trae por Burriana? ¿Sigue en activo?

Como diplomático español y embajador de España estoy jubilado. Lo que pasa es que la sociedad internacional no jubila por razón de edad y las organizaciones como Naciones Unidas o la OSCE me siguen contactando mucho, así que sigo en activo dirigiendo operaciones. Por lo tanto, aunque vivimos en Benicàssim el tiempo que podemos, viajamos constantemente ya sea yendo a ver a nuestros hijos a Estados Unidos o Bruselas o en las misiones como le comento.

¿Cuál es su vinculación con Burriana?

Profunda vinculación. Yo diría que soy hijo adoptivo de Burriana porque, aunque nací en Valencia, cuando voy a Castellón dicen que nací allí y lo mismo cuando estoy en Burriana. Pero me lo tomo como un cumplido, tengo tres sitios de nacimiento podría decirse y me lo cuido mucho. Mi padre y sus antepasados eran de Burriana y de hecho, aunque mis dos hermanos mayores nacieron en Castellón, con la Guerra Civil se trasladaron aquí. Al finalizar la guerra lo nombraron director de la Hidroeléctrica de Valencia y yo es allí donde nací.

Hace ahora cincuenta años que empezó la carrera diplomática. ¿Cómo comenzó?

Estudié políticas, económicas y derecho en Madrid y fue allí donde ingresé en la carrera diplomática. Entonces estuve en Londres y París estudiante, en este último nos tocó a mi mujer Cristina y a mi el Mayo del 68. Éramos compañeros de estudio y vivimos una experiencia inolvidable y única.

¿En qué sentido?

Teníamos la impresión de que el mundo estaba cambiando, estábamos dentro de una experiencia histórica. Pero lo mitificamos mucho porque luego me pareció un poco patraña: cuando uno lo ve con ojos jóvenes dentro del ‘fregao’ se cree que va a cambiar el mundo, pero desde el punto de vista político fracasó totalmente. Quizás funcionó desde el aspecto social pero no consiguieron colocar ningún partido. En cualquier caso, fue una experiencia extraordinaria.

Esto que le acabo de escuchar decir, de que vivimos experiencias históricas, de que el mundo está cambiando… ¿Es un discurso que se repite periódicamente? ¿Una visión cíclica quizás?

Lo que pasa que el mundo está cambiando constantemente. Los que son ustedes jóvenes ahora les parece revolucionario, pero ha pasado ya y muchas veces.

¿Se puede aplicar esta misma afirmación a la situación en Cataluña?

Cataluña ha tratado de ser independiente cuatro o cinco veces en su historia y el conjunto de su independencia ha durado creo que son 16 horas. La última vez su independencia duró siete segundos, de forma que se convierte en una cosa testimonial más que real. Yo estoy seguro de que Cataluña nunca será independiente o, por lo menos, no lo veremos ni yo ni las generaciones más jóvenes como la suya.

¿Por qué lo cree?

Porque no es posible, es inviable. El derecho a la autodeterminación que ellos reclaman no existe, se lo han inventado. Naciones Unidas permite solo el derecho de autodeterminación a los estados coloniales o a los que están sometidos a un estado extranjero. Lo que aquí me preocupa es que en Valencia están saliendo grupúsculos que también exigen el derecho a la autodeterminación valenciana.

Siguiendo con el tema de las separaciones y relacionándolo con su larga trayectoria en la política europea, ¿qué opinión le merece el Brexit?

Es un acto horrible que ha desprestigiado al muy prestigioso estado británico. Estamos viendo las barbaridades que hacen en el Parlamento británico, las indecisiones, no saben por dónde avanzar. Hay que tener en cuenta que nunca fue un socio a pleno derecho de la Unión Europea ya que ni era miembro del Euro ni del Acuerdo de Schengen y, por tanto, era menos europeo que muchos países que no están en la unión como Noruega, Suiza o Islandia que, sin embargo, sí están en Schengen. Pero su salida es grave y solo le pondré dos ejemplos: su salida es comparable a la cinco Grecias porque Reino Unido tiene aproximadamente el 16% del PIB de la Unión Europea y, por tanto, cinco Grecias. Por otro lado, está el terrible factor de que, con Reino Unido, la Unión Europea era la primera potencia económica del mundo pero sin ella ya no lo somos, nos pasa Estados Unidos y próximamente China.

¿Y qué cree que va a pasar ahora?

Estamos en una situación antipática en la que lo mejor que podemos esperar es que haya un Brexit negociado y que se puedan resolver bien las tres o cuatro cuestiones clave que están más o menos apalabradas.

El título de su charla en Burriana ha sido ‘Europa de nuevo entre el este y el oeste’. Explíquenos por qué este título.

Durante los últimos cincuenta años, Europa ha vivido con una división entre el este y el oeste. En el este estábamos todos los del Pacto de Varsovia hasta Estados Unidos y en el oeste desde el Pacto de Varsovia hasta el final de la Unión Soviética. Bien, pues ahora, por otras razones, cuando ya ha caído el telón de acero y cuando todos los países son miembros de la Unión Europea y la OTAN, he caído en que Europa ha vuelto a ser de nuevo “emparedada” entre el oeste, es decir, Estados Unidos. El país ya no es tan amistoso hacia Europa, aunque en muchas cosas tiene razón. Nos escandalizamos cuando nos hacen pagar la cuota de la OTAN porque hasta ahora EEUU lo ha estado pagando todo y ahora lo está diciendo a Europa, extremo Oriente y México. Su estrategia es America First, Ámerica para los americanos. Les está yendo muy bien desde el punto de vista económico pero ese papel de liderazgo se está perdiendo.

El tema de los aranceles es un buen ejemplo de esa pérdida de simpatía que usted comenta, ¿Verdad?

Es buen ejemplo, quizás, por lo contrario de lo que usted está pensando. Trump tiene bastante razón porque en Europa hay una cierta tendencia proteccionista que, de vez en cuando, se nos perdona, pero la Organización Mundial del Comercio denunció las subvenciones a Airbus de países como España, Francia, Alemania. Esto significa que la empresa no era competitiva, sino que funcionaba por el apoyo de estas subvenciones. Trump cayó en que estaba perdiendo mucho dinero y para compensar esos 7.500 millones de dólares que pierde al año ha puesto aranceles altos y ha escogido lo que más le duele a cada país. Se llegará a un arreglo para compensar esas pérdidas.

¿Qué conclusión o lección de vida se lleva de su experiencia como diplomático?

Es una profesión vocacional. La he vivido con mi mujer desde hace cincuenta años y hemos conocido cientos de personas, políticos, presidentes, personajes culturales, artistas, cantantes… de todo. Es una profesión sumamente agradable, lo hemos pasado bien y nuestros hijos han triunfado a pesar de los cambios de residencias etc. Para nosotros ha sido una carrera tan interesante que considero que se podría pagar para vivirla porque le permite ver el argumento central de la vida.