Investigan un sistema de ‘riego de precisión’ para evitar el desperdicio de agua en el campo valenciano
El sistema analiza las condiciones meteorológicas, la disponibilidad de agua, la edad del cultivo o la evaporación para decidir en cada momento cómo regar
La Generalitat, a través de la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo financia el desarrollo de nuevas estrategias agronómicas que ajusten el suministro de agua en los regadíos a las necesidades óptimas de cada cultivo para evitar así el desperdicio hídrico.
El Centro de Investigaciones sobre Desertificación (CIDE), centro mixto del CSIC y la Universitat de València; el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA); la empresa especializada en servicios de teledetección Asdron; el Instituto Universitario de Investigación de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente (IIAMA) de la Universitat Politècnica de València (UPV); el centro tecnológico del sector agroalimentario Ainia y la cooperativa valenciana Anecoop colaboran en esta iniciativa, que pretende mejorar la dosis de riego con un modelo que se adapte a los condicionantes de cada parcela.
Este proyecto cuenta con el respaldo económico de la Agència Valenciana de la Innovació (AVI) y financiación de la Unión Europea en el marco del programa Comunitat Valenciana FEDER para el periodo 2021-2027.
El objetivo de este desarrollo, denominado DigitalRiego, es la configuración de un nuevo modelo que utilizará la información térmica para evaluar el estado hídrico –la sequedad- de las plantas. Estas mediciones precisas permitirán afinar la cantidad de agua aplicada en cada tipo de parcela, logrando un uso más sostenible de los recursos hídricos en la producción agrícola.
Además, este sistema de cálculo permitirá medir la evapotranspiración real del cultivo, que consiste en cuantificar la cantidad total de agua que una planta absorbe y transpira al ambiente para conocer así el volumen de riego necesario. Por tanto, realizar un análisis de este tipo evitaría excesos que podrían llevar al desperdicio y déficits en la cosecha.
En cuanto a su valor diferencial, el proyecto permitirá obtener recomendaciones de riego sobre la base de una amplia recopilación de datos de cultivo y resultados científico-técnicos para adaptarse a los condicionantes de cada parcela (condiciones meteorológicas, disponibilidad y precio de los recursos hídricos, tipo de suelo, sistema de riego, edad y variedad del cultivo).
Para lograrlo, integrará modelos semi-mecánicos que simulan el balance hídrico del suelo y realizar la programación del riego (dosis y frecuencia) específica para las características edáficas del cultivo, es decir, las propiedades y condiciones del suelo que influyen en su capacidad para soportar el crecimiento de las plantas, en este caso.
Así pues, será la primera vez que se incorporan modelos de cultivo dentro de un sistema de asesoramiento sobre riego. Este sistema no solo tiene la capacidad de anticipar la respuesta productiva, sino que también lo hace considerando variables críticas como el volumen de agua aplicada y su calidad. Este avance representa un paso significativo hacia la optimización de la gestión hídrica en los sistemas de regadío, mejorando la eficiencia y sostenibilidad de las prácticas agrícolas.
Con respecto a su estado, se están llevando a cabo experimentaciones en los diferentes campos para calibrar y validar el modelo generado; además de integrar las diferentes metodologías que están siendo utilizadas en el proyecto, tanto de manera remota (imágenes de satélite y dron) como a nivel de campo (medidas fisiológicas). Concretamente, se testarán agronómicamente en los principales cultivos de regadío de la Comunitat Valenciana, tanto leñosos (cítricos, caqui, vid y olivo) como hortícolas al aire libre (brócoli y sandía).
Un esfuerzo multidisciplinar y compartido
El CIDE aporta la experiencia técnica del grupo de investigación Agua y Cultivo, liderado por el doctor Diego Intrigliolo, que destaca especialmente, en los cultivos hortícolas y la vid, mientras que el IVIA, contribuye con su amplio conocimiento en el ámbito de los cítricos, olivar y caqui. En este sentido, el centro de investigación IVIA se encargará de validar a nivel agronómico los desarrollos.
Por su parte, la empresa Asdron, especializada en servicios de teledetección, prevé mejorar el procesamiento de la información obtenida para así ofrecer recomendaciones a los usuarios finales sobre cómo interpretar y actuar a partir de las imágenes de aéreas y satelitales.
La UPV, a través del Instituto Universitario de Investigación de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente (IIAMA), aportará su experiencia en hidrología, teledetección y modelos de optimización, inteligencia artificial y determinaciones de la evapotranspiración y permitirá, además, transferir las innovaciones del proyecto a los nuevos técnicos agrónomos que cada año se forman en la universidad.
El centro tecnológico Ainia, por su parte, contribuirá con sus trabajos en sensorización y análisis de datos, favoreciendo la transferencia de resultados a las empresas; y la cooperativa Anecoop contempla mejorar la comercialización de frutas y verduras mediante la incorporación de nuevas etiquetas de ecoinnovación, que incidirán en el ahorro hídrico de este tipo de cultivos.
Este proyecto se alinea con las conclusiones del Comité Estratégico de Innovación Especializado (CEIE) en Agroalimentación, que insta a desarrollar innovaciones que mejoren el aprovechamiento óptimo del agua y las estrategias de riego. Asimismo, Digital Riego se enmarca en la Estrategia Especialización Inteligente de la Comunitat Valenciana, S3, que coordina la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo.