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Aniversario del colegio San Juan y San Pablo

El Juez de menores Emilio Calatayud alerta del aumento de delitos de los menores

El Juez de menores Emilio Calatayud alerta del aumento de delitos de los menores
  • Los casos se producen sobre violencia doméstica, de género y de NNTTCC

  • El juez analizó los nuevos delitos y sus causas en el transcurso de la conferencia “Saber decir no, también es educar”.

  • Disminuyen los casos de robo, hurto o daños

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El Juez de menores Emilio Calatayud alerta del aumento de delitos de los menores  - (foto 2)

Analizar los nuevos delitos cometidos por menores, sus causas y, sobre todo, como prevenirlos fue el objetivo de la conferencia ”Saber decir no, también es educar” que Emilio Calatayud, Magistrado del Juzgado de Menores nº 1 de Granada, ofreció ayer en el Colegio San Juan y San Pablo con motivo de su 50 aniversario.

Famoso por sus sentencias curiosas, ejemplares y basadas más en la educación que en el mero castigo, para Emilio Calatayud, los delitos se pagan sirviendo a la sociedad.

Un ejemplo de su original forma de impartir justicia son algunos de sus fallos: imponer 1000 horas de clases de informática a estudiantes a un joven que había crackeado varias empresas granadinas, trabajar con bomberos por haber quemado papeleras o 100 horas de servicio a la comunidad patrullando junto a un policía local por haber conducido temerariamente y sin licencia. Su fórmula puede considerarse poco habitual pero ha resultado ser la más efectiva. Los datos así lo demuestran, el 70% de los menores juzgados por Calatayud no reincide.

Con la experiencia de sus casi 30 años como juez de menores, Calatayud alertaba sobre el cambio de pautas en la naturaleza de los delitos que se comenten actualmente. S

Si bien disminuyen los casos de robo, hurto o daños aumentan de forma alarmante los casos de violencia doméstica, concretamente de niños que maltratan físicamente a sus padres y pese a lo que pueda parecer no hablamos de clases bajas o sin recursos, al contrario, “cada vez más se dan en familias de clase media o media alta”.

Junto a la violencia doméstica se incrementan, igualmente, los delitos asociados al uso de las nuevas tecnologías. Para Calatayud “el móvil debería ser considerado como una droga al mismo nivel que el alcohol o las sustancias adictivas ya que es un instrumento que permite cometer actos delictivos como el acoso, las vejaciones o el bulling a través de las redes sociales”.

Otro de los delitos que cada vez tiene más presencia entre los menores de 14 o 15 años es la violencia de género ya que “los jóvenes, tanto niños como niñas, son cada vez más controladores y violentos hasta el punto de que están aumentando las órdenes de alejamiento entre menores”.

Este cambio en las tendencias delictivas de los menores no es fruto de la casualidad, más bien es la consecuencia de una sociedad en la que padres y docentes han perdido autoridad frente a los menores. Según el juez “hemos pasado de un extremo a otro, de una España preconstitucional en la que el menor no tenía ningún derecho a otra en la que se les ha dado todo sin exigirles nada a cambio”.

Para Emilio Calatayud la aprobación en el año 96 de la Ley de Protección Jurídica del Menor supuso un punto de inflexión ya que “a los menores se les informó de sus derechos pero no de sus deberes, saben que tienen derecho a la intimidad, a la libertad de expresión, a la propia imagen o al secreto de sus comunicaciones pero desconocen el artículo 155 según el cual los hijos deben obedecer a los padres mientras tengan su potestad y respetarlos siempre”.

Ante este escenario y para evitar que los niños acaben convirtiéndose en tiranos, Emilio Calatayud insistía en la importancia de la familia como principal agente educador y pilar fundamental en la formación en valores del menor. La solución no es tan complicada como pueda parecer y pasa por que “los padres vuelvan a ser padres, apliquen el sentido común y la coherencia y traten a sus hijos con cariño pero también con autoridad”.

La sociedad en su conjunto juega igualmente un papel esencial. Para Calatayud “ los menores deben vivir de acuerdo a su edad, la sociedad consiente que los menores tengan comportamientos de adulto y lo peor es que está empezando a normalizar estas conductas”.

Pacto de estado por el menor

En el transcurso de la charla, Emilio Calatayud abogaba por la necesidad de llegar a un pacto de estado por el menor aunque, en las actuales circunstancias, lo consideraba prácticamente imposible “si nuestros gobernantes, sean del color que sean, no son capaces de alcanzar un acuerdo en materia educativa menos aún lo harán en un pacto por el menor.”. Y añadía “ni siquiera se ponen de acuerdo con la edad mínima de consentimiento sexual que varía dependiendo de quién esté en el gobierno”.

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