La huelga en Cataluña ya tiene sus consecuencias en la Comunitat
Mil transportistas valencianos se están viendo afectados por los altercados de los últimos días en la comunidad autónoma vecina
Desde que a principios de semana el Tribunal Superior de Justicia resolviera la polémica sentencia del procés independentista según la cual se condena a penas de prisión de hasta trece años a los políticos catalanes implicados, los altercados en Cataluña no han cesado.
Quema de contenedores y vehículos, cortes en carreteras, sabotajes al transporte aéreo y trenes, han provocado que la comunidad autónoma vecina se convierta en un gran escenario de revueltas que ya han comenzado a tener sus consecuencias en la Comunitat Valenciana.
Al igual que ocurrió en el 2017 tras la declaración unilateral de independencia fallida, la proximidad entre ambas comunidades ha propiciado un efecto acción-reacción entre las empresas que operan por la zona. La primera de ellas, ha sido la responsable del crucero Viking Jupites el cual tenía previsto atracar estos días en Barcelona y debido a la situación ha cambiado su destino al puerto de Valencia.
Una decisión que traerá consigo buenas noticias para la capital del Cap i Casal, pues todos sus viajeros dejarán un importe impacto económico en ella fomentando así el turismo en la ciudad.
Podríamos decir que esa es la consecuencia positiva, pues también está suponiendo un importante problema para el sector del transporte valenciano desde donde denuncian miedo a posibles sabotajes y agresiones a los conductores.
Desde la Federación Valenciana de Empresarios del Transporte y la Logística (FVET) han manifestado su condena e inquietud porque “dichos disturbios amenazan con prolongarse durante los próximos días, previéndose especial intensidad con la llegada a Barcelona de las llamadas marchas por la libertad”.
El problema radica en los cortes de carretera que los CDR están llevando a cabo y con los que están impidiendo el paso de los transportistas quienes necesitan pasar por ellas para cruzar la frontera. Esto está obligando a los transportistas ha realizar cambios en el trayecto, lo que se calcula puede llegar a ocasionar unos costes de 700 euros aproximadamente.
Dos caras de una misma moneda que surgen como reacción a todo lo acontecido en Cataluña en los últimos días, y que podría prolongarse en el tiempo imposibilitando la vuelta a la normalidad de los trabajadores valencianos que pasan a diario por estos lugares.