La Generalitat desmiente la cronología de los hechos de Sánchez: "el relato es falso, la UME se solicitó a las 15 horas"
La Generalitat lamenta que el primer aviso lo tuviera que hacer el propio alcalde de Utiel
Cruce de acusaciones entre Generalitat y el presidente Pedro Sánchez tras el devastador paso de la DANA por la Comunitat Valenciana, sobre la coordinación en la emergencia.
El presidente Pedro Sánchez ha asegurado en su comparecencia de este miércoles en el Congreso que el Ejecutivo estuvo preparado "desde el primer momento", adelantándose a las peticiones de la Generalitat, y ha afirmado que la consellera de Emergencias, Salomé Pradas, habría rechazado hasta tres veces el ofrecimiento de la Unidad Militar de Emergencias (UME) antes de solicitar su intervención a las 15:41 horas.
Sin embargo, la Generalitat ha negado categóricamente esta versión, presentando una cronología que, según informan desde del Palau, desmonta las afirmaciones del presidente Sánchez.
La cronología de los hechos según la Generalitat
La Generalitat ha desmentido rotundamente el relato del presidente del Gobierno, aportando una cronología detallada que contradice las afirmaciones sobre los tiempos y las decisiones durante la emergencia. Según esta versión, Salomé Pradas mantuvo una comunicación constante con la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, desde primeras horas del día.
A las 12:23, ambas mantuvieron una conversación para analizar la situación general en la provincia de Valencia. Posteriormente, a las 12:48, en una segunda llamada, Pradas trasladó su preocupación por el municipio de Carlet, que estaba sufriendo fuertes lluvias en ese momento. Sin embargo, en ninguna de estas conversaciones se planteó la activación de la UME. A las 13 horas, de hecho, la propia Pradas visitó Carlet para conocer el estado de la zona, la que más preocupaba en aquellas horas.
Fuentes del Consell aseguran que fue "pasadas las 14:00 horas", tras recibir una alerta directa del alcalde de Utiel sobre el desbordamiento del río Magro, cuando Pradas solicitó telefónicamente a la delegada del Gobierno la intervención de la UME. La petición formal se registró a las 15:00, antes de lo que habría afirmado Sánchez, "si bien la consellera ya había adelantado la petición a la delegada vía telefónica".
La UME se solicitó 40 minutos antes
La Generalitat convocó al Centro de Coordinación Operativa Integrada (Cecopi), incluyendo a la UME, la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), los cuerpos de seguridad y otros organismos relevantes y la reunión formal comenzó a las 17:00 horas, pero las operaciones ya estaban en marcha antes de esa hora, explican fuentes de la Generalitat. Desde el primer momento, la Generalitat centró su atención en Utiel. "Todo el dispositivo ya está centrada en lo que está pasando en Utiel, donde el desbordamiento del río Magro implica un riesgo para el municipio por inundaciones", explican desde el Consell.
La Generalitat también destacó que la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, llegó a confirmar públicamente en redes sociales que la solicitud de la UME se realizó a las 15:00, contradiciendo las declaraciones del presidente este miércoles, que afirma que sucedió 40 minutos más tarde.
La Generalitat lamenta que tuviera que ser el alcalde de Utiel el que avisara
La Generalitat ha subrayado que ni la CHJ ni la Delegación del Gobierno alertaron en tiempo real sobre el desbordamiento del río Magro, siendo el alcalde de Utiel quien tuvo que avisar directamente de la emergencia a las autoridades autonómicas.
Pedro Sánchez defendió en su comparecencia que el Gobierno de España "se anticipó a las necesidades de la Generalitat Valenciana" y destacó que la UME estaba preparada desde primera hora del día. El Ministerio de Defensa habría dado la orden de alerta a la UME a las 9:00, lo que permitió que el primer batallón estuviera operativo en un minuto tras la petición oficial. Según el presidente y esta capacidad de respuesta habría sido clave para que los primeros rescates se llevaran a cabo antes de las 18:00 horas.
No obstante, desde la Generalitat señalan que este relato ignora los tiempos reales y las decisiones tomadas en el ámbito autonómico, en un intento de desviar la atención de los fallos de comunicación y coordinación por parte de las instituciones estatales.