Un Policía Nacional fuera de servicio salva la vida a dos hombres atrapados en su coche en Gandia
La fuerte tromba de agua vivida ayer en la localidad dejó a dos personas atrapadas y el agente – que se encontraba fuera de servicio –evitó males mayores
Hay casualidades que se convierten en un rayo de suerte. Ejemplo de ello es lo vivido en la mañana de ayer lunes, en la localidad valenciana de Gandia donde un Policía Nacional fuera de servicio salvó la vida a dos hombres que se encontraban atrapados en su vehículo tras desbordarse la marjal de Xeresa.
“Estaba dando un paseo con la bici camino a casa cuando vi un coche prácticamente sumergido en el agua” cuenta Vicente, el Policía Nacional protagonista de la historia, a elperiodic.com orgulloso de su gesto. En un primer momento, confiesa que dudó: “Me quedé parado pensando ¿Habrá alguien dentro?”.
Tras unos segundos de duda, el agente no dudó en ir a comprobarlo encontrándose a dos personas – dos hombres de 60 y 32 años – atrapados dentro del vehículo. Al parecer, a ambos les sorprendió la fuerte lluvia la cual provocó que el coche se quedará inmóvil. Poco a poco, la corriente de agua les arrastró haciendo imposible que pudieran salir de este sin ayuda.
El Policía una vez se cercioró de que los dos hombres se encontraban atrapados pero en buen estado, llamo al 091 para dar parte de lo que estaba ocurriendo. Hasta el lugar se desplazaron unidades de la Policía Local, la Guardia Civil y también un equipo de bomberos, quienes cortaron la carretera para evitar que tuvieran lugar sucesos parecidos.
Durante el tiempo de espera, Vicente prosiguió con el rescate. Hizo un radio, se subió a un muro y les dio a los ocupantes instrucciones precisas sobre cómo actuar. “Les pedí que bajaran la ventanilla y que salieran por ahí” explica a este digital.
No era una decisión fácil que tomar, pero lo cierto es que al percatarse que el vehículo se estaba inundando y por el miedo a que las corrientes les siguieran arrastrando, procedió al rescate. El Policía tomó la iniciativa les ayudó a salir del coche sacando por la venta del copiloto a los dos ocupantes, para acto seguido trasladarlos a una zona de seguridad.
Unos largos minutos de angustia que, por suerte, acabaron con un final feliz gracias a la labor de este agente nacional que se encontraba fuera de servicio.