Gandia consolida su apuesta por la instalación de placas solares y el ahorro energético

El alcalde de Gandia, José Manuel Prieto; el regidor delegado de Urbanismo, Vicent Mascarell; la edil delegada de Medio Ambiente, Alicia Izquierdo; y el regidor Salvador Gregori, responsable de Inversiones, han visitado el edificio del Tirante y el del Urbalab, donde se ha instalado las placas fotovoltaicas anunciadas en su día dentro de la estrategia municipal para combatir los efectos del cambio climático. El gobierno municipal iniciará en pocos días una nueva instalación y ultima este tipo de infraestructuras en once inmuebles más de la ciudad.

En cuanto a las instalaciones de la plaza Echando y la Urbalab, forman parte del primero Pla Estratégico Energético y de Reducción de Emisión de CO₂ y, juntas, conseguirán generar más de 161.845 kW/hora en el año y ahorrar más de 25.000 € anuales a la factura eléctrica del Ayuntamiento.

El próximo edificio al sumarse a esta medida será lo del Mercado, que se convertirá en la instalación más grande dentro de la iniciativa y supondrá la generación de 172.496 kW/hora en el año, permitiendo un ahorro anual de aproximadamente 30.000 € cada año para la ciudad.

En total estas tres instalaciones reducirán alrededor de 55.000 euros el año la factura energética municipal.

Paralelamente, y tal como ha anunciado el alcalde después de la visita a las instalaciones, se publicará próximamente la licitación de un nuevo proyecto que implicará la instalación de placas solares a once nuevos edificios municipales entre los cuales hay el CEIP Botánico, CEIP Roís de Corella, CEE Enric Valor, la central de la Policía local, el polideportivo y los centros sociales del Arrabal y Corea, además de cuatro más del Grado y la playa (CEIP Juan XXIII, Escuela Infantil Municipal de Alquerías del Niño Perdido, etc.).

Con una inversión de 750.000 euros, el plan convertirá Gandia en una ciudad pionera en la lucha contra el cambio climático dentro del territorio valenciano mediante la reducción de 170 toneladas anuales de CO₂ a lo largo de toda la vida útil de las placas, que oscila entre los 20 y 25 años. Una vez se adjudique el proyecto, la previsión es que se ejecute en un periodo no superior a cinco meses.

Estas instalaciones también beneficiarán 26 edificios públicos más de la localidad, puesto que la energía solar sobrando de los inmuebles productores se repartirá entre los otros, y el resto se venderá razón por la cual el consistorio espera reducir todavía más la factura eléctrica.