El drama de un desahucio en Gandia: un discapacitado y su madre pensionista
Tuvieron que abandonar el humilde piso en el que vivían y pasan las noches en una pensión hasta que encuentren un alquiler asumible por sus escasos ingresos
La historia de Carmen y de su hijo Salvador son de las que hieren sensibilidades. Ella es una pensionista de 78 años que cobra menos de 700 euros al mes. Su hijo, que depende totalmente de ella a pesar de sus 42 años, es discapacitado y no puede desempeñar ningún trabajo por la minusvalía que sufre.
Todo empieza cuando los propietarios de la humilde vivienda de Gandia en la que habían pasado los últimos ocho años les comunica su intención de dejar de alquilarles el piso. Por el habitáculo, la madre y el hijo pagaban 250 euros al mes.
Ante la decisión de los dueños, Carmen y Salvador no contemplan otra opción habitacional a la que marcharse debido a los escasos recursos económicos de los que disponen. Encontrar otro alquiler que se ajuste y sea asequible lo veían imposible.
Su estancia en el piso de Gandia llegaba a su fin definitivo con la llegada a la casa de la comisión judicial y del cerrajero, quienes pedían a la madre y al hijo que abandonaran el inmueble en ese momento. Los dos estaban gravemente afectados por perder su piso y por no saber dónde ir esa misma noche. La escena representada en la foto mostraba a una madre rota de dolor y a la que tan solo le salían lágrimas sentada en el portal del edificio; mientras que su hijo permanecía en la escalera junto a varias bolsas con sus pertenencias y sin saber muy bien qué iban a hacer para dormir bajo un techo.
En el momento de mayor desesperación y desamparo para la madre y el hijo, apareció la Plataforma d’Afectats per la Hipoteca de la Safor-Valldigna (PAH). Mediante esta pudieron encontrar una solución que, aunque temporal, les garantizaba una habitación. La PAH consiguió que los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Gandia actuaran ofreciendo a Carmen y a Salvador una habitación en una pensión de la ciudad en la cual van a poder pasar el tiempo que necesiten hasta que encuentren un nuevo alquiler compatible con los menos de 700 euros que ingresa la madre al mes.
La familia desahuciada ya se ha reunido con los funcionarios de los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Gandia para tratar el problema y encontrar una solución para que esta madre y su hijo puedan volver a disponer de una vivienda.
