Un estudio prueba que los psicoterapeutas que practican mindfulness son más eficaces con sus pacientes
Un estudio en el que participan investigadores de la Universitat de València, la Universidad Rey Juan Carlos y el Instituto de Salud Carlos III confirma que aplicar técnicas de mindfulness –meditación para la toma de conciencia como forma de aceptar el presente– en profesionales de la psicoterapia tiene un efecto positivo sobre sus pacientes. La novedad del estudio, publicado en la revista Psychotherapy, es que por primera muestra el efecto del entrenamiento de los profesionales sobre sus pacientes.
“Hace años que la formación en mindfulness se recomienda en profesionales de salud mental para mejorar su estado de ánimo y proteger del estrés, pero nunca se había visto el efecto que este entrenamiento tenía sobre sus pacientes. Hemos comprobado que los pacientes cuyos terapeutas meditan, mejoran más y tienen una mejor evolución”, ha destacado Ausiàs Cebolla, profesor del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico en la Universitat de València (UV) y uno de los firmantes del artículo publicado con los resultados de esta investigación.
Se trata de un estudio controlado, en el que el grupo de profesionales ha recibido un entrenamiento en mindfulness mientras se evaluaba mediante cuestionarios a sus pacientes, tanto a nivel de sintomatología como de relación terapéutica, durante 8 semanas. En él han participado 63 psicoterapeutas y 121 pacientes.
Para poder determinar las variables de empatía, el vínculo terapéutico y la evolución de los pacientes se utilizaron diferentes tests. Entre otras conclusiones, el uso del mindfulness ayuda al personal de psicoterapia a adoptar un enfoque abierto y amable de las experiencias de sus pacientes, acompañado de una actitud consciente y sin juicios a lo largo de las sesiones.
Además, también se ha constatado que la mayor empatía y la mejora del vínculo terapéutico no se mantienen en el seguimiento, lo que desde el estudio consideran que se debe a la disminución del contacto, puesto que muchos de los tratamientos de psicoterapia acabaron antes que la evaluación. “También encontramos una mejora significativa con el tiempo en la sintomatología (somatización, depresión y ansiedad) de los pacientes del grupo con profesionales que habían practicado mindfulness en comparación con el grupo que no”, destaca el trabajo.
En el estudio también se pone de manifiesto que la empatía es una característica deseable en psicoterapia, lo que podría llevar a los profesionales a incurrir en un sesgo en su propia medición, sobreestimando su capacidad de ser empáticos. Con la evaluación de la percepción de los pacientes se puede evaluar la autopercepción.
Metodología
El estudio ha analizado la empatía del profesional tras las sesiones de mindfulness y cómo esta fue percibida por sus pacientes, y también el vínculo establecido entre profesional y persona usuaria. La sintomatología de los pacientes se valoró con un tercer test. De los profesionales de la muestra, un 85.7% eran mujeres, y la totalidad trabajaba en Valencia, con edades entre los 27 y los 63 años. Por parte de los pacientes, el 80,1% eran también mujeres, con patologías como ansiedad, depresión o insomnio, sobre todo. Los especialistas y sus pacientes se dividieron en dos grupos, uno en el que había sesiones de mindfulness, y otro en el que no, y ambos elaboraron ocho sesiones con sus pacientes.
Para realizar este estudio han colaborado Elena Garrote, del Departamento de Psicobiología de la UV; Óscar Lecuona, del Departamento de Psicología de la Universidad Rey Juan Carlos; Miguel Bellosta, psicoterapeuta en el Arte de Escuchar y miembro del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico en la UV, más Ausiàs Cebolla, también miembro del Instituto de Ciber-Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición en el Instituto de Salud Carlos III.
En relación al valor del mindfulness, diversos estudios han señalado previamente la importancia de las terapias orientadas a la meditación y la psicoterapia de la autoreflexión y la autopráctica, por lo que los investigadores e investigadoras de este estudio plantean que estas alternativas deberían ser tomadas en consideración e incluidas en los programas universitarios.