Esteve: "Dar alas a los negacionistas de la pandemia pone en peligro los avances conseguidos"
El portavoz de Compromís en la comisión de Sanidad de Les Corts, Carles Esteve, se ha referido hoy a la actividad de los antivacunas y negacionistas de la pandemia, que “aunque en España tienen ahora mismo un alcance limitado estamos viendo como hay lugares en el mundo donde se están convirtiendo en un serio peligro que amenaza los avances conseguidos, algo que aquí no podemos permitir”.
Para Esteve “la aparición de grupúsculos reducidos de personas en contra de la evidencia científica, impulsados por los discursos negacionistas de elementos políticos de extrema derecha, supone no sólo un agotamiento añadido para el conjunto de la sociedad, sino un peligro para la respuesta a la pandemia, cuando su actividad no se limita a expresar sus ideas, y se dedican a acosar a profesionales, impedir el desarrollo de sus trabajos, dificultar el proceso de vacunación y afectar a la actividad y atención en hospitales y centros sanitarios”.
En España este acoso a profesionales por parte de estos grupúsculos negacionistas se está produciendo especialmente a sanitarios, pero también está teniendo lugar en otros ámbitos como el educativo, durante las campañas de vacunación en escuelas. Pintadas en las inmediaciones de centros educativos, coacciones en la entrada del centro educativo y acoso a las familias son algunos de los sucesos ocurridos de forma demasiado generalizada.
Un claro ejemplo de esta agresividad ha sido en la concentración a las puertas del Hospital Universitario Rector Peset de Valencia el pasado 6 de febrero, una protesta dirigida hacia el interior del espacio sanitario y donde con insultos y amenazas hacia los sanitarios se pretendía violentar a los profesionales que trabajaban en el centro sanitario, además de impedir el descanso y la recuperación de los pacientes del hospital.
Consecuencias más graves causadas por los negacionistas están sufriéndose ahora mismo en Canadá donde protestas antivacunas están bloqueando el transporte por carretera, “esta situación evidencia el peligro de dar alas a los negacionistas”.
“Chocan estas actitudes tan insolidarias después de todo lo que ya hemos vivido con la COVID-19 en estos dos años. La lucha contra la pandemia está requiriendo una respuesta adaptativa, compleja y variable por parte del personal sanitario, que está desarrollando una tarea muy dura y encomiable para atender a la población afectada por el virus y salvar vidas. También están realizando un sobreesfuerzo notable para contribuir a que la estrategia de vacunación, como elemento imprescindible para prevenir y reducir el impacto y consecuencias de la COVID-19 en la salud de la población, pueda desarrollarse con rapidez y diligencia.
Los resultados de la respuesta sanitaria por parte de los profesionales, a pesar de las dificultades derivadas de las fuertes oleadas de la pandemia, han sido admirables: se han salvado miles de vidas en contextos realmente complicados de satuación de UCIs, y hemos logrado que la vacunación llegue a toda la población situándonos como ejemplo de eficiencia en todo el mundo.
A este esfuerzo del personal sanitario y el consecuente cansancio de una labor extraordinaria que se ha mantenido en el tiempo se suma la responsabilidad colectiva de la sociedad para superar la pandemia, asumiendo y cumpliendo con las normas y recomendaciones que las personas expertas han planteado en cada momento para reducir, en la medida de lo posible, el impacto de la enfermedad.
Ante esto, como ya anunció la síndica de Compromís, Papi Robles, el grupo parlamentario Compromís ha registrado en Les Corts una proposición no de ley para que el parlamento valenciano muestre su apoyo al personal sanitario frente a las amenazas, insultos y coacciones recibidas por parte de grupúsculos violentos que niegan la existencia del virus y de la pandemia.
Asimismo con esta iniciativa se insta a la Delegación de Gobierno en la Comunitat Valenciana a intensificar la vigilancia de los espacios sanitarios y de los espacios de vacunación, con el fin de garantizar la tranquilidad de los profesionales sanitarios en el desarrollo de su labor de respuesta a la pandemia y de vacunación sin ningún tipo de coacción, así como el descanso y bienestar de los pacientes en la atención hospitalaria, y el acceso de la población en la vacuna sin ser violentada ni sitiada.