La escalada de los precios del gas y la huelga del transporte ponen en alerta el sector cerámico
Señalan que el coste actual del gas al trimestre es el doble de lo que en 2020 suponía todo el año
La Asociación Nacional de Fabricantes de Fritas, Esmaltes y Colores Cerámicos (ANFFECC) ha alertado de la situación difícil que atraviesa el sector respecto a los constantes incrementos de los costes energéticos, especialmente los precios del gas, “que están subiendo cada día de forma incontrolada e impredecible”.
Desde ANFFECC aseguran que llevan más de un año alertando de la caída de la rentabilidad debido a los continuos incrementos de costes que el sector está asumiendo desde principios de 2021, tanto de la energía como de las materias primas.
Hace pocos días reflejaron de nuevo su preocupación al respecto, pues a esta tendencia alcista se ha unido el estallido del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, que aún “ha agravado más la situación, encontrándonos en una escalada de costes sin prececentes”.
Como ya dijo el Presidente de ANFFECC, Joaquín Font de Mora la semana pasada, “lo primero que hacemos cada día es mirar el precio del gas, para ver si podemos producir sin pérdidas”.
La razón es evidente: “el gas costaba en 2020 en torno a 11 €/MWh. En 2021 pasó a 47 €/Mwh y en lo que llevamos de mes estamos en 154 €/Mwh de media. Esto implica que la factura del gas correspondiente a un trimestre, a día de hoy, nos cuesta el doble que lo que nos costaba el gas de todo el año en 2020. Es un incremento desorbitado y sin justificación alguna”.
Desde el sector se quejan de la incongruencia de esta situación: “No se comprende que la referencia del precio del gas en Europa al índice holandés TTF haga que un combustible que tiene un precio de coste razonable se vea sobrecargado con incrementos de este calibre, que no responden a las leyes del mercado, sino a movimientos meramente especulativos”.
Apuntan que dichos incrementos “corresponden a intereses puramente lucrativos, que aprovechan la necesidad tanto del sector industrial como de la población, que necesita el gas para la calefacción de los hogares”.
Y lamenta, “estamos teniendo que parar hornos, y aunque hemos evitado que esta situación repercuta en el empleo, de seguir así no tardarán en llegar los ERTES, pues la situación es insostenible”.
Materias primas y transportes, otros frentes abiertos
Por si esto fuera poco, los precios de las materias primas utilizadas en el sector de fritas y esmaltes no han parado de subir en los últimos doce meses. “De media, las materias primas han subido un promedio de más del 70% desde la primera mitad del año pasado. Y para este mes de abril, la previsión que tenemos que es que aun suban un 30% más”, señalan desde ANFFECC.
El óxido de níquel suspendió su cotización en la London Metal Exchange por su alta volatilidad. Otras como el óxido de Zinc han subido más de un 35%, sin olvidarnos del Zirconio que ha subido más de un 100%, el óxido de Cobalto un 77%, el óxido de praseodimio ha duplicado su precio, al igual que el óxido de estaño.
“Un dato que no podemos olvidar es que nuestro sector importa un 70% de las materias primas cotizadas en dólar, es decir, el cambio euro/dolar entra a formar parte del precio en euros de las materias primas y en este momento está en valores cercanos a 1,10 cuando en el primer semestre estuvo en valores cercanos a 1,20”, añade.
Además, señala Font de Mora, “la actual huelga de transportes es otra variable que nos está afectando tanto a los costes como al suministro de materias primas nacionales (cuarzo, feldespato, etc). Si la huelga de transporte no se resuelve en un muy corto periodo de tiempo, nos podríamos ver obligados a parar producción al no disponer de materias primas imprescindibles para nuestro sector.”
Indexar precios, solución a corto plazo
Ante estas circunstancias, “las empresas del esmaltes se plantean la necesidad de que los precios de los productos se indexen en función de los costes productivos, en este caso de las fluctuaciones diarias de los costes energéticos y de materias primas, para poder producir con unas mínimas garantías de rentabilidad y estabilidad”.
“Cada empresa deberá estudiar su situación particular y tomar decisiones en este sentido”, indica Font de Mora, pero “referenciar los precios de nuestros productos a lo que están siendo los incrementos de costes reales es la única forma de mantener la producción y garantizar los puestos de trabajo”.
Y es que “la situación ha llegado a un punto en el que seguir como hasta ahora, es insostenible, y hay que tomar medidas contundentes”. Medidas que desde el clúster cerámico ya han reclamado del gobierno central y europeo, y que de momento no han recibido una respuesta clara.
Por ello, y ante la urgencia y gravedad del problema, que se va dilatando en el tiempo sin que se de una solución por parte de la Administración, las decisiones deberán tomarse de momento por la industria “para evitar que más empresas se vean abocadas a ERTES o incluso a parada total de la producción si la situación no mejora”.
Y es que, reitera Font de Mora, “estos incrementos, además de pérdida de competitividad, nos generan un especial rechazo, ya que provienen de movimientos especulativos, donde algunos se están lucrando a costa de la población, más aún en un momento de guerra e incertidumbre mundial como el actual”.
Concluye con un mensaje claro: “Necesitamos que nuestro gobierno tenga en cuenta a los sectores gasintensivos. Nuestro problema real es el coste del gas. Las medidas que se adopten a la electricidad no serán nunca suficientes para nuestra industria ni para ninguna dependiente del gas. Necesitamos medidas ya para frenar la especulación del precio del gas, tendentes a bajar su precio y su impacto para los sectores gasintensivos como es el clúster cerámico”.