¿Qué enfermedades se complican con la ola de calor?
Los expertos señalan que el cambio climático y el calentamiento global han contribuido al incremento de la incidencia de algunas patologías
Con la ola de calor que estamos viviendo en las últimas jornadas, con noches tropicales y ecuatoriales, algunas enfermedades se pueden ver agravadas por el incremento de las temperaturas.
Así, los expertos señalan los peligros del calor, especialmente en ciertos grupos poblacionales y en personas que padecen enfermedades cardiovasculares, respiratorias, renales y diabetes. Las altas temperaturas pueden provocar un aumento en la frecuencia cardíaca y la presión arterial, lo que aumenta el riesgo de complicaciones cardiovasculares.
El cambio climático y el calentamiento global han contribuido al incremento de la incidencia de enfermedades cardiovasculares.
Es importante tener en cuenta estos riesgos y tomar medidas para proteger nuestra salud durante los meses de verano
Enfermedades respiratorias
En climas calurosos, el cuerpo necesita trabajar más para mantener una temperatura corporal normal, lo que conlleva un mayor consumo de oxígeno.
Además, la contaminación del aire empeora durante los días más calurosos debido al aumento de ozono, que se produce a partir de los óxidos de nitrógeno generados por el tráfico y la industria. Niveles de ozono superiores a 180 miligramos por metro cúbico de aire son perjudiciales para la salud, y aún niveles más bajos pueden provocar una respuesta inflamatoria en el tejido pulmonar, especialmente en pacientes crónicos.
El calor también contribuye al aumento de enfermedades respiratorias como la disnea, sibilancias y sensación de fatiga, además de debilitar el sistema inmunológico y aumentar las probabilidades de sufrir o empeorar infecciones respiratorias.
Enfermedades renales
Las enfermedades renales afectan a la estructura o función de los riñones, órganos encargados de filtrar la sangre y eliminar los desechos del cuerpo. Estas enfermedades pueden ser agudas o crónicas y ser causadas por una variedad de factores, como infecciones, enfermedades autoinmunitarias, trastornos genéticos, lesiones o el uso prolongado de ciertos medicamentos.
El calor puede afectar a las enfermedades renales de varias maneras: las altas temperaturas pueden provocar deshidratación, aumentando el riesgo de fracaso renal agudo y alteraciones electrolíticas; las olas de calor pueden aumentar la morbimortalidad cardiovascular y respiratoria, así como el riesgo de fracaso renal agudo y el índice de ingresos de causa nefrológica con la mortalidad que ello implica.
La diabetes
Las altas temperaturas pueden afectar el control de la glucemia en personas con diabetes.Así, el calor puede aumentar la sensibilidad a la insulina y aumentar el riesgo de hipoglucemia.
Principalmente las personas con diabetes se pueden ver afectadas por tres vías:
- Las lesiones en los vasos sanguíneos, los nervios y otras complicaciones asociadas con la diabetes pueden afectar las glándulas sudoríparas.
- Esto impide que el cuerpo se enfríe de manera eficiente como ocurre en personas sin diabetes. Esto puede llevar al agotamiento por calor y/o a un golpe de calor, situaciones que representan una emergencia médica.
- Las personas con diabetes experimentan una deshidratación más rápida.
- La falta de ingesta suficiente de líquidos puede elevar los niveles de azúcar en la sangre. Esto, a su vez, puede aumentar la frecuencia de la micción, provocando deshidratación.
- Las altas temperaturas pueden alterar la forma en que el cuerpo utiliza la insulina.