Los embalses valencianos tienen el agua asegurada hasta el verano
Los pantanos de la cuenca del Júcar empiezan el año con más agua que la media de los últimos 30 años
Los embalses gestionados por la Confederación Hidrográfica del Júcar comienzan el año 2023 con un volumen de agua embalsada global que supera los 1.500 hectómetros cúbicos, una cifra mayor que la media de la última década que, además, asegura el suministro de agua de todos los usuarios hasta después del verano. Las intensas precipitaciones registradas en marzo del pasado año y una óptima gestión han permitido iniciar la nueva campaña hidrológica con un estado “excelente” de los embalses, que superan la mitad de su capacidad total (57%).
La precipitación acumulada en el actual año hidrológico (de octubre 2022 a enero 2023) está en el valor medio de los últimos 32 años en la Demarcación (143 mm), pero la cantidad de agua embalsada es mayor, superando las medias de los últimos 10, 20 y 30 años.
Con estos datos, la Confederación Hidrográfica del Júcar está en disposición de garantizar el suministro para atender las demandas de todos los usuarios en el presente año hidrológico 2022-2023. “Viendo los datos que tenemos, y aunque no se produzcan precipitaciones a lo largo del invierno y de la primavera, podemos decir que la campaña de verano está totalmente asegurada”, destaca el Director Técnico, Manuel Torán.
Pese a que las previsiones para este invierno no son la mejores, Torán confía en que puedan llegar lluvias a lo largo de la primavera en buena parte de la demarcación y acaso precipitaciones en forma de nieve en las cuencas de aportación de los embalses de las cabeceras de los ríos como Alarcón (río Júcar), Contreras (río Cabriel) y Arquillo (río Turia).
Gestión eficiente de los embalses
Los embalses de la demarcación han comenzado el 2023 con buenos datos de agua embalsada gracias a las intensas precipitaciones que se registraron durante marzo del pasado año. Durante ese periodo se acumularon más de 160 mm, cuando la media de los últimos 32 años para ese mes es de 46mm. “Pese a que el principio del pasado año hidrológico fue muy malo, esas precipitaciones extraordinarias nos permitieron llenar los embalses. Este hecho, unido a la gestión que hicimos de estos volúmenes, nos ha permitido tener un mejor estado de los embalses que la mayoría de las cuencas españolas”, explica Manuel Torán.
Cabe recordar, además, que el año 2022 ha sido más caluroso de lo normal, una situación que ha afectado de manera directa a los embalses. Las altas temperaturas se han traducido en una mayor evaporación del agua y, por otra parte, en un incremento de la demanda del consumo agrícola para humedecer unos suelos extremadamente secos.
La buena gestión de los embalses por parte de la Confederación Hidrográfica del Júcar ha sido clave para conseguir un volumen de agua almacenada por encima de la media de las últimas tres décadas. Embalses que compatibilizan todos los usos del agua como son el abastecimiento urbano, los usos agrícolas, industriales e hidroeléctricos, con los caudales ecológicos establecidos por la Directiva Marco del Agua y concretados en el Plan Hidrológico de la Demarcación.
La gestión se realiza desde cada sistema de explotación y desde cada presa con el objetivo de ser lo más eficiente posible. “Trabajamos desde la cultura del ahorro. Siempre estamos rozando esa hipotética escasez hídrica y cada litro es importante. Al igual que nosotros, los usuarios están concienciados y comparten esta cultura, por lo que estamos muy satisfechos con su labor”, destaca el Director Técnico.