La Policía de Cullera reduce a una mujer que amenazaba a familiares y agentes con un cuchillo
Este viernes la Policía Local de Cullera se vio obligada a reducir con una pistola Taser a una vecina que intentó agredir con un cuchillo de 20 centímetros a su familia, a los agentes y al médico que trataba de atenderla.
Al parecer, la mujer, que también amenazaba con quitarse la vida y se autolesionó durante el transcurso de este suceso, se encuentra desde hace tiempo en tratamiento psiquiátrico, según han indicado fuentes policiales.
Los hechos empezaron cerca de las 22 horas, momento en que el Cuerpo de seguridad recibió un aviso del 112 informando de la situación que se estaba produciendo en el propio domicilio de la mujer, donde rápidamente se personaron los agentes.
Todo parece indicar que la causante sufre depresión y podría haber ingerido alcohol. El detonante de las amenazas fue una discusión con su padre. De hecho, cuando llegaron los policías, la mujer se encontraba encerrada en su habitación y había amenazado con acabar con la vida de su progenitor. Además, había advertido de que iba a autolesionarse si alguien se le acercaba.
Diálogo frustrado
Durante varios minutos, los policías realizaron varios intentos frustrados de entablar diálogo con la mujer, quien solo salía de manera intermitente de la habitación para amenazar a los agentes o con suicidarse. Momentos después, acudió al lugar un facultativo que intentó calmarla sin éxito.
Tras aproximadamente media hora sin obtener resultados por medio de la comunicación, y aprovechando una de las veces en que la mujer salió del cuarto, los agentes la inmovilizaron con dos dispositivos eléctricos Taser de autodefensa, justo después de que la mujer intentara abalanzarse cuchillo en mano contra uno de ellos.
La mujer, que había llegado a autolesionarse propinándose varios cortes en el brazo, se encontraba en buen estado a pesar de las heridas que se causó y los disparos de los dispositivos Taser. Finalmente, fue trasladada hasta el Hospital Universitario de la Ribera para su valoración y tratamiento.
Las mismas fuentes policiales indican que ya se había actuado en ocasiones anteriores por otros intentos de suicidio de la mujer.
No es la primera vez que la Policía Local de Cullera se ve obligada a utilizar este medio de defensa personal ya que previamente se han registrado alrededor de cinco casos en los que los agentes han tenido que recurrir a la Taser para repeler agresiones y salvaguardar su integridad física y la de otras personas.
