Mayor pide a la CHJ que «actúe y deje actuar» en la limpieza del cauce
El alcalde vuelve a exigir una reunión entre ayuntamientos y el organismo gestor del río para buscar una solución
El alcalde de Cullera, Jordi Mayor, ha pedido hoy a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) que «actúe y deje actuar» en la limpieza del cauce del río para evitar episodios como el que viven las playas del sur de la localidad donde tras la última gota fría se acumulan montañas de cañas y residuos.
La máxima autoridad local considera que por parte de la Administración de la cuenca ha habido «laxitud» en su obligación de limpiar el cauce «desde hace mucho tiempo» y ahora «Cullera vuelve a pagar las consecuencias».
El primer edil cullerense estima que la CHJ debe «agilizar los permisos» para la limpieza de los cauces urbanos «y darlos reduciendo la burocracia».
No obstante, recuerda que los tramos urbanos del Júcar son «insignificantes» en comparación con el conjunto del cauce. «El problema no son tanto los cauces urbanos como el resto del río donde la CHJ debe asumir su responsabilidad», ha dicho.
De hecho, Mayor pone como ejemplo que fue el propio ayuntamiento el que tuvo que asumir la limpieza del azud de la Marquesa después de que durante más de un lustro la Confederación «no quitara ni un hierbajo».
Soluciones
Jordi Mayor reitera que debe producirse un encuentro entre la CHJ y los ayuntamientos para poner en marcha un plan de actuación inmediato. De hecho, desde el consistorio ya se solicitó el viernes una reunión con el organismo sin que todavía se haya producido una respuesta directa.
«Lo único que sabemos son sus declaraciones en prensa. Debe haber una comunicación directa con la Administración local y demostrarse que hay voluntad de solucionar el problema de una vez por todas. No pueden seguir obviando que cada vez que se produce una gota fría se produce una catástrofe ambiental en nuestras playas, que tiene también una dimensión económica ya que afecta directamente al turismo», ha declarado.
Mientras, el consistorio cullerense trabaja a marchas forzadas para poner en marcha cuanto antes la limpieza de las cañas y residuos que se amontonan en la orilla de las playas del Marenyet, l'Estany y el Brosquil. La prioridad es que los arenales vuelvan a la normalidad para evitar que se produzcan más daños ambientales y molestias a los vecinos. Desde el consistorio ya dan por perdida la temporada de baño en estas playas.