Cullera solicita al Consell que autorice la quema de la paja del arroz
Cullera ha vuelto a adelantarse y ha pedido al Consell que autorice la quema controlada de la paja del arroz para esta campaña 2017 como ya sucediera en las dos temporadas anteriores. La decisión se tomó por unanimidad en el pleno ordinario de junio celebrado el martes a propuesta del Grupo Municipal Socialista.
El principal argumento que sustenta esta decisión es la inexistencia en estos momentos de una alternativa viable que permita luchar contra las plagas que afectan al cereal y que durante los últimos años han causado más de un dolor de cabeza a los arroceros, defendió la portavoz socialista, Sílvia Roca.
Los argumentos fueron secundados en parte por el resto de grupos y el concejal de Agricultura y portavoz de Compromís, Hugo Font, añadió la necesidad de que el Consell Agrari vuelva a pronunciarse sobre este particular ya que recordó que la medida adoptada el año pasado fue de carácter «provisional».
Durante el debate, el primer edil, Jordi Mayor, recordó que las posturas dentro de la propia Conselleria sobre la autorización no son unánimes pero remarcó que mientras no existan otros métodos menos dañinos para el medio ambiente y los cultivos «debemos ponernos al lado de los productores arroceros y no de perfil».
En los últimos años el cultivo del cereal que se cultiva en gran parte de la superficie del Parque Natural de la Albufera se ha visto amenazado por malas hierbas, enfermedades, plagas y fenómenos como la anoxia.
La más importante de ellas ha sido la Leersia oryzoides, una plaga que se ha extendido rápidamente por el arrozal, un hábitat idóneo que junto con las restricciones fitosanitarias han contribuido a que se propague con facilidad.
Hasta la fecha solamente la quema de la paja del arroz se ha mostrado efectiva para frenar sus efectos. Debido a que la Unión Europea ha prohibido el uso de ciertos herbicidas el único método eficiente para frenar a la Leersia oryzoides es la quema ya que esta práctica permite eliminar la gran cantidad de semilla que produce y que se propaga fácilmente por el agua.
Con la quema disminuye mucho la cantidad de semilla de malas hierbas y además se reduce el número de tratamientos herbicidas a aplicar. Esto constituye, según defiende la propuesta, un método alternativo y que reduce la aplicación de productos químicos y, por lo tanto, los residuos sobre el suelo y la planta.
Además, en las últimas campañas se está observando la aparición del fenómeno de la anoxia, provocada por un exceso de sulfuro de hidrógeno en el suelo, acompañada de una insuficiente aireación y un exceso de materia orgánica. Para minimizar daños hay que aumentar el aireamiento del suelo y reducir la cantidad de materia orgánica mediante la crema de rastrojos, defienden los expertos.