Cullera presenta su Plan Local de Prevención de Incendios Forestales
Entre 1998 y 2018 los incendios quemaron en Cullera 66 hectáreas. Actualmente, la localidad cuenta con casi 5.500 hectáreas de superficie, de las cuales 432 son terreno forestal. Para prevenir y minimizar futuros percances, se ha elaborado un Plan Local de Prevención de Incendios Forestales (PLPIF), que se presentó el pasado viernes, redactado por el ayuntamiento y una subvención del Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural (FEADER) a través de la Conselleria de Medioambiente.
Entre los objetivos, conocer y cuantificar el impacto que podría tener un incendio forestal (IF) en Cullera, conocer las principales causas, minimizar los daños que provocan y disminuir la cantidad de incendios producidos por el hombre.
Previo a la elaboración de actuaciones preventivas se ha hecho un análisis del patrimonio forestal cullerense, de los núcleos habitados y de los incendios forestales acaecidos en el pasado.
Se han evaluado las acciones ya existentes en materia de prevención como el Plan Local de Quemas, la limpieza de barrancos en núcleos urbano-forestales, el plan de acondicionamiento de parcelas de cultivos abandonados o la supervisión y puesta a punto de hidrantes de agua en todos los núcleos de población.
Dentro de las acciones llevadas a cabo también se incluyen el mantenimiento de la red viaria y la detección de puntos incontrolados de vertido de residuos, puntos en los que se ha colocado cartelería informando de su prohibición.
Actuaciones previstas
Con el PLPIF surgen nuevas propuestas como la creación de nuevos itinerarios de vigilancia para la Policia Local, la elaboración de un plan municipal de actuación durante los incendios, las jornadas informativas para vecinos y profesionales que usan el fuego como herramienta o la señalización en zonas susceptibles a sufrir un incendio.
Entre los puntos más importantes, la involucración de los vecinos en las tareas de prevención y de ayuda en el control del fuego, poniendo el foco en la protección de la zona de la vivienda con acciones como la limpieza de hierbas, barreras vegetales inflamables, hojas y restos secos o el condicionamiento de vías de acceso y las salidas de humos como chimeneas o paelleros.
Otras medidas propuestas son la creación de un grupo de voluntariado medioambiental y los tratamiento silvícolas preventivos. Entre las más costosas, la creación puntual de un cortafuegos preventivo.