Cullera inicia las obras del Pont de Ferro para convertirlo en un mirador sobre el Xúquer
El consistorio invierte 214.000 euros que pondrán en valor el viaducto de hierro más antiguo de la Ribera
Cullera inicia este jueves las obras de rehabilitación integral del Pont de Ferro, el viaducto metálico más antiguo de la Ribera. El objetivo de la actuación es convertir la emblemática infraestructura en un mirador sobre el río Júcar, un nuevo concepto que pondrá en valor un puente que en estos momentos presenta un estado de degradación importante como consecuencia de años en los que no se ha actuado sobre el mismo.
El ayuntamiento, a través de la concejalía de Urbanismo que dirige Bernat Escolá, ha dado a conocer hoy cómo quedará tras la intervención. Para ello ha publicado una infografía en la que se puede observar una imagen renovada y moderna que respeta la idiosincrasia histórica del puente y le devuelve a su estado original con un aire de modernidad.
Una de las principales novedades será la ampliación del espacio peatonal y la mejora de la accesibilidad. Actualmente, apenas se cuenta con unas aceras de 70 centímetros, hecho que dificulta el tránsito de peatones. Tras la renovación, el paso de viandantes pasará a ser de más de dos metros y se dotará con bancos y jardineras. Esto lo convertirá en un punto privilegiado para la observación del río.
Del mismo modo, el tráfico rodado será de un solo sentido —de entrada a la población—, suprimiendo el doble sentido actual. Así se elimina el problema de espacio de una calzada estrecha que no se adapta a la nueva realidad de la movilidad del siglo XXI.
Las obras contemplan además mejoras en la estructura metálica y cerrajería, en el firme, un nuevo alumbrado y la restauración de la sillería y la mampostería, según se detalla en el proyecto técnico diseñado por el arquitecto cullerense Joan Rafael Grau.
El consistorio es el propietario de la infraestructura —el único ayuntamiento que tiene la titularidad de un puente de hierro de todos los existentes en la comarca— e impulsa esta rehabilitación para frenar el deterioro de una de las joyas de la corona de la obra pública de principios del siglo pasado y emblema urbano de Cullera.
Para ello, inyectará 214.000 euros procedentes de una Inversión Financieramente Sostenible (IFS) de la Diputación de Valencia.
El alcalde, Jordi Mayor, ha asegurado que tras la rehabilitación el Pont de Ferro de Cullera será «un ejemplo» en toda la comarca. «Vamos revertir el estado de una infraestructura que está en proceso de degradación para que luzca como toca y sea un espacio atractivo», ha añadido el alcalde. «Ahora el puente no invita a pasear por él, eso vamos a solucionarlo con el ambicioso proyecto que vamos a poner en marcha», concluye.
Más sobre el puente
El Pont de Ferro de Cullera se trata de un viaducto o puente de carretera con una estructura en doble arco de hiero fundido con uniones roblonadas. La citada estructura metálica tiene una luz de 60 m y se apoya en ambas orillas en estructuras de fábrica. Estas estructuras están formadas por un pilar de grandes dimensiones y un hueco transversal cubierto con bóveda de cañón que permite el tránsito de vehículos por ambas márgenes del río.
La estructura metálica es un doble arco atirantado por el tablero y unido a él mediante vigas verticales con tirantes diagonales y travesaños. Tiene una anchura de 7 m, de los que 5 m están destinados a tráfico rodado. Fue proyectado por el ingeniero Martín Cornet, según algunas fuentes, o por su homólogo José Jimeno Lasala según otras, y construido por la empresa La Maquinista Terrestre y Náutica, de Barcelona. Dirigió las obras el Enrique Domingo y fue inaugurado el 15 de agosto de 1905. El puente fue declarado Bien de Relevancia Local en 2010mcon categoría de Monumento de Interés Local.