Cullera avanza en la reforma de la Residencia de la Tercera Edad que evita el cierre
El consistorio invierte cerca de 600.000 euros y cumple su compromiso con la Generalitat
Las obras de la tercera fase, a punto de culminar
El Ayuntamiento de Cullera está a punto de culminar las obras de la tercera fase del proyecto de rehabilitación de la Residencia Municipal de la Tercera Edad como parte del compromiso adquirido con la Generalitat para evitar el cierre de este centro geriátrico.
Los trabajos comprenden la rehabilitación de una ala de habitaciones además de la habilitación de una zona nueva de vestuarios y un almacén, ha indicado el concejal de Urbanismo, Juan Vicente Armengot.
La inversión asciende a 195.000 euros, que se suman a las cuantías ya inyectadas en las obras de la primera y la segunda fase.
A la conclusión de estos trabajos, la mayor parte de los residentes —actualmente el centro cuenta con una treintena— ya se ubicarán en habitaciones nuevas con todas las comodidades.
El alcalde de Cullera, Jordi Mayor; la concejala de la Residencia de la Tercera Edad, Francesca Ortiz y el propio Armengot visitaron este jueves los trabajos. «El compromiso de mejora de las instalaciones continuará con la rehabilitación de la planta baja y, posteriormente, acometeremos las obras de la primera planta para ampliar el número de habitaciones disponibles», comentó el primer edil.
Hasta la fecha, Cullera ha invertido cerca de 600.000 euros en la reforma de un centro para mayores que considera «clave» en su política de bienestar social, apuntó Mayor.
Por su parte, Ortiz se mostró satisfecha porque «la primera 'sorpresa' con la que nos encontramos al entrar en el gobierno en 2015 era una orden de cierre de la residencia por incumplimiento de la normativa; conseguimos parar aquello y hoy en día la situación es diametralmente opuesta: las instalaciones se están reformando, hay más personal para atender a los usuarios y hemos eliminado la injusta tasa de 1.050 que debían pagar los residentes, que era una confiscación de su paga en toda regla, y ahora solamente pagan en función de sus ingresos».
Primera y segunda fase
La primera fase de las obras de rehabilitación que tuvo que abordar el consistorio consistió básicamente en la reparación de la cubierta —afectada por filtraciones—, la mejora y reparación de instalaciones eléctricas y la renovación de instalaciones de agua caliente sanitaria.
Por otro lado, los trabajos de la segunda fase representaron el acondicionamiento de una de las alas de habitaciones de la segunda planta, hasta ese momento inutilizada por el estado de degradación en el cual se encontraba. Las habitaciones se hicieron complemente nuevas y se dotaron de modernos sistemas de comunicación con el personal de la residencia y más baños para los residentes. Antes, sólo había uno para ocho personas. Además, se efectuaron mejoras en la cocina y se puso suelo radiante en la segunda planta.
En estas dos primeras fases el consistorio invirtió más de 300.000 euros procedentes del plan de inversiones sostenibles de la Diputación de Valencia.