Consejos para cuidar y proteger los tatuajes en verano
Usar constantemente crema solar y evitar la depilación láser en la zona tatuada son algunas de las recomendaciones para conservar intacto el dibujo en la piel
Quién no conoce a alguien con un tatuaje o tú mismo tienes uno sobre tu piel. El 10 % de los europeos tiene algún tatuaje. En España, esas cifras son aún más altas: 4 de cada 10 afirman tener al menos uno. Los españoles son los segundos europeos que más tienen, solo superados por los italianos y los sextos del mundo. No hablamos de una moda pasajera, sino de todo un fenómeno mundial. Los tatuadores son auténticos artistas que consiguen plasmar grandes diseños en la piel. Para mucha gente, es una forma de expresar sus gustos, sus ideas y sus recuerdos.
En realidad, un tatuaje consiste en inyectar la tinta del dibujo dentro de la piel mediante punciones repetidas con una aguja dentro de la piel, levantando o escarificando la epidermis y depositando la tinta en la dermis a unos 1,5 mm. Así pues, se trata de una pequeña herida superficial, y como tal, es imprescindible cuidarla para que cicatrice correctamente y así el dibujo quede exactamente como se había imaginado.
El sol es uno de los grandes enemigos de los tatuajes, ya que la exposición prolongada a la luz solar va atenuando los colores y destiñendo el dibujo, pues degrada las partículas de tinta. Incluso, muchos años después, la tinta puede provocar una inflamación que deforme el diseño. Los expertos de la marca Nivea explican los cuatro grandes consejos que cualquier persona con tatuajes debe tener en cuenta para protegerlos del sol del verano.
Usar protección solar
Siempre se debe utilizar protector solar, pero más aún quienes quieren conservar intactos el dibujo y el color de sus tatuajes intactos. Es muy importante aplicar abundantemente antes de la exposición a la luz. El roce de la ropa, el sudor y el agua van eliminando el protector, lo que obliga a reaplicarlo cada dos horas, aproximadamente, o después de cada baño y tras secarse con la toalla.
Utilizar cremas y productos hidratantes
Para que el dibujo se vea bonito, la piel debe estar sana y tersa. De lo contrario, se irá deformando junto con la piel. Hay que nutrirla con productos hidratantes, y sobre todo en verano. Puede elegirse una crema hidratante o una loción after sun para hidratar y calmar después de la exposición al sol.
Beber agua con frecuencia
Una piel hidratada requiere mantener unos niveles adecuados de líquidos, es decir, beber agua suficiente. En verano perdemos gran cantidad de líquidos por la transpiración, así que hay que intensificar la ingesta de agua para mantener una piel hidratada, sana y firme.
Evitar el láser de depilación en áreas tatuadas
El tratamiento láser que se utiliza para eliminar el vello puede quemar la piel de las zonas tatuadas. Esos láseres se encargan de destruir los folículos pilosos, donde se encuentra el vello. Para conseguirlo, detectan la melanina, es decir, el pigmento oscuro que da color al vello. Sin embargo, el láser interpreta que los colores de un tatuaje son también melanina. Así, quema la piel creyendo que es el folículo piloso del vello. Además, el láser absorbe los colores y puede deformar el diseño. Así pues, lo más recomendable es hacer el tratamiento de depilación primero y el tatuaje después. O, si ya existe el dibujo, aplicar el láser solo en la zona de alrededor.