La Comunitat Valenciana deja atrás un febrero gélido
El paso de dos borrascas ha bajado bruscamente las temperaturas
Febrero de 2023 ha resultado ser un mes frío acompañado por dos borrascas que han recorrido el territorio valenciano durante gran parte del mes dejando paisajes grises y blancos.
En el mes de febrero en la Comunitat Valenciana, las precipitaciones se acumularon entre los días 6 y 8 con la influencia de la Borrasca Isaack. Pero esta no fue la única borrasca nombrada por AEMET, ya que la borrasca mediterránea Juliette también afecto al territorio.
El mes de febrero de 2023 ha sido frío y pluviométricamente normal. La temperatura media, 7.6 °C, es 1.3 ºC más baja que la de la climatología de referencia, y la precipitación acumulada ha sido 34.0 l/m², que es un 2 % superior a la del promedio climático del periodo 1991-2020. pic.twitter.com/2XijLWgie6
— AEMET_C. Valenciana (@AEMET_CValencia) March 1, 2023
El mes ha estado condicionado climáticamente por estas dos borrascas y el temporal ha sido persistente en el sur de Valencia y norte de Alicante especialmente. Los municipios más afectados han sido la Drova, donde se han superado los 200 l/m² y Barx, acumulando 195.2 l/m², por lo que Alicante ha sufrido el máximo de lluvias este mes.
Mientras que en Castellón hubo un temporal mediterráneo el día 6 de febrero que dejó tras de sí nevadas con espesores que oscilaban entre los 15 y 20 cm y precipitaciones en el territorio interior.
En cuanto a la temperatura media se quedó en los 7,6°C, esto es 1,3°C inferior a la climatología de referencia y las precipitaciones acumuladas han sido un 2% superior a la del promedio de los años 1991 a 2020 con 34.0 l/m².
Los días 6, 7 y 8, anteriormente nombrados con más precipitaciones, también trajeron consigo un temporal marítimo dejando una mar gruesa y olas que superaban los 4 metros de altura, en especial en la madrugada, que superaban los 4 metros. Esto causó un aviso naranja por temporal marítimo en algunas zonas.
A finales del mes, se introdujo en el territorio una masa de aire polar continental que llegó muy seca en el día 26, causando un brusco descenso en las temperaturas y convirtiendo a febrero en el mes con la anomalía fría más acusada desde 2018 computando todos los meses del año.