La Comunitat Valenciana cierra su semana más negra a las puertas de la Navidad
Las cifras récord de positivos, alcanzando los 2.800 casos y 38 fallecidos diarios han obligado a tomar de urgencia las restricciones más duras de todo el país para evitar una tercera ola
La Comunitat Valenciana encara una Navidad no solo marcada por la pandemia sino por el alarmante aumento de la incidencia del coronavirus, lo que ha obligado a tomar de urgencia medidas drásticas para evitar una situación a la vuelta de las fiestas que podría ser dramática.
Unas restricciones que entran en vigor este lunes y que implican restringir a seis el número de personas que pueden reunirse, imponer un toque de queda hasta las 23:00 salvo Nochebuena y Nochevieja así como mantener el aislamiento perimetral de todo el territorio valenciano.
Estas medidas comienzan cuando la Comunitat Valenciana ha cerrado la semana más negra de toda su pandemia: se han superado los 2.000 casos diarios -llegando al pico histórico de 2.841 positivos en una sola jornada, la del pasado martes-, y una media de 17 fallecidos y cincuenta brotes diarios.
Esto se ha traducido, al cierre de la semana antes de Navidad, en 107 muertes, 111.311 casos y 230 brotes en una sola semana. Y a estos datos faltaría añadirles una jornada más ya que no se facilitan los datos el domingo, por lo que esta suma recoge desde el lunes hasta el sábado (inclusive).
En la ciudad de Valencia, en particular, el aumento de casos ha sido dramático y se han superado el centenar de brotes en tan solo seis días.
En cuanto a las hospitalizaciones, se han mantenido estables e incluso han disminuido en las últimas jornadas, por lo que se ha pasado de los 1.198 pacientes ingresados con coronavirus en hospitales valencianos, hasta los 1.154 que había el pasado viernes.
Aun así, la situación es complicada y el president de la Generalitat, insistía hace tan solo unas horas en extremar las precauciones: “El virus está matando. El virus está causando graves problemas de salud. El virus está repuntando de una manera preocupante en los últimos días”, y “olvidarlo sería un error imperdonable”.
Se pide, aunque sea dentro de casa y sea Navidad, llevar puesta la mascarilla, ventilar las viviendas y mantener la distancia social, insisten las autoridades.
“Una Navidad diferente”
Por ello, ha indicado que, “por doloroso que sea”, resulta necesario aceptar que esta “será una Navidad diferente”. “¿Cómo no va a serlo?”, se ha preguntado el president, que ha recordado: “A nadie le gusta renunciar a las comidas familiares y a los encuentros de amigos en torno a la mesa, como siempre hemos hecho y seguiremos haciendo, pero menos todavía nos gustaría llorar la muerte de un ser querido; menos todavía nos gustaría ingresar en la UCI dentro de 10 días por asumir ahora unos riesgos innecesarios”.
El president ha recordado que en EEUU, después de la celebración familiar del Día de Acción de Gracias, el número de personas infectadas registró un máximo histórico, con más de 100.000 personas hospitalizadas en un día, 20.000 pacientes ingresados en UCI y muchas vidas perdidas.