Ciudadanos: La Generalitat necesitará 400 años para cumplir su objetivo en energías renovables

El diputado de Ciudadanos (Cs) en Les Corts valencianes Carlos Gracia ha advertido que “la supuesta soberanía energética que ha vendido Ximo Puig se va a transformar en apagones, desabastecimientos y que los valencianos nos tengamos que acabar iluminando con un candil por la noche debido a la incompetencia del Botànic para hacer frente a la crisis energética”.

“Vivimos una situación tremendamente preocupante porque, en la Comunitat Valenciana, la penetración de las energías renovables en el mix energético es nula”, ha manifestado Gracia, quien ha recordado que “tras siete años del Gobierno del Botànic no se han alcanzado los objetivos marcados”. “El tripartito nos prometió para 2020 un 50 por ciento de producción eléctrica de origen renovable, pero, a día de hoy, apenas llegamos al 20 por ciento y, respecto a los parques solares, estamos en el 0,7 por ciento del reto fijado para 2030”, ha denunciado.

Según el portavoz de Cs en el área de Industria, con estos datos, “serían necesarios 400 años para llegar a los objetivos prometidos por el Botànic y, aún así, cuando la Comunitat Valenciana tiene que importar el 33 por ciento de la energía porque no puede producirla, el tripartito se empeña en cerrar la central de Cofrentes”. “Desde Cs tenemos claro que es urgente impulsar este tipo de energías y acabar con todas las trabas administrativas que hacen que centenares de proyectos energéticos estén atascados y acaben instalándose en otras autonomías que, en pocas semanas, los ponen en marcha”, ha añadido.

Por otro lado, preguntado por el aumento de la deuda valenciana hasta los 53.000 millones de euros, Gracia ha expresado su “preocupación por unos datos que evidencian que, año tras año, el Botànic basa sus presupuestos en unos ingresos ficticios”. “Cs lleva años denunciando esta situación, que no deja de hacer crecer una deuda que antes o después tendremos que devolver todos los valencianos”, ha concluido tras insistir en “priorizar unos presupuestos ‘base cero’ que no se repartan para satisfacer a cada uno de los socios”.