XXVIII Homenaje a Na Violant d’Hongria, Marina Redó
La pasada tarde se vivió uno de los momentos más emblemáticos dentro de las fiestas de La Magdalena. Els Cavallers de la Conquesta junto a las jóvenes que representan este año a Na Violant d’Hongria y sus Damas de Compañía, homenajearon a la mujer del Conquistador y Reina de Aragón, Mallorca y Valencia.
La Comitiva partió desde el monumento del Rei Jaume I hasta la Plaza de Na Violant d’Hongria desfilando por las calles del centro de la capital como la avenida Rei en Jaume, Ruiz Zorrilla, por la Puerta del Sol, calle Gasset, calle Escultor Viciano y, por último, la avenida Guitarrista Tàrrega.
Los primeros en entrar a la plaza que lleva el nombre de la Reina fueron dos caballeros encargados de llevar la Senyera y la bandera de Castellón. También estuvieron presentes en el acto la Orden de Sant Joan de Jerusalem, los miembros de la Esquadra Jove y de las Damitas de Honor; la Milicia Templaria de la Germandat, con su estandarte al frente.
Enmudeció la plaza para dejar paso a una música medieval y la entrada de las Damas de Compañía de Na Violant d’Hongría: Na Dolça, Ana Goterris, N’Ermengarda, Ana Sanz, Na Eva, Maria Soriano, Na Margarida, Estefania Gonell, Na Provençala, Andrea Sanchez y Na Rama, Ana Ortuño, quienes desfilaron bajo las espadas de Els Cavallers.
Solo faltaba en la plaza la presencia de la joven que representa este 2017 a Na Violant d’Hongría, Marina Redó; acompañada por los miembros del capítulo permanente de la Germandat, el Prohom y el Rei en Jaume 2017.
A continuación, se realizó una ofrenda floral tras haber recitado el poema épico a Jaume I escrito por Miguel Peris y el poema dedicado a Na Violant, obra de Rafael Lloret. Fue entonces cuando las Damas de Compañía depositaron rosas caballerescas a los pies del monumento. Después, Na Violant, Marina Redó, junto a la alcaldesa Amparo Marco y el Prohom de la Germandat, depositaron una corona de laurel.
Para poner el broche final al homenaje de todos los asistentes exclamaron Fadrell y la Marxa dels Cavallers resonó por toda la plaza.
