¿A la tercera va la vencida?: Dos empresas se ofrecen a retirar la Cruz del Ribalta de Castelló
En la primera licitación la empresa se negó a ejecutar la obra y la segunda quedó desierta
Esta vez el dicho se ha cumplido: A la tercera ha sido la vencida. Y es que parece ser que, por fin, y tras dos intentos infructuosos, la Cruz del parque Ribalta de Castelló podrá ser retirada.
Desde el consistorio han confirmado que dos empresas se han ofrecido para llevar a cabo las obras de retirada en el último proceso de licitación iniciado por el ayuntamiento.
El siguiente paso será la obertura de las plicas en la mesa de contratación para su valoración y posteriormente realizar la adjudicación con la empresa que más puntos haya obtenido.
Desde el ayuntamiento no se han querido avanzar los plazos de tramitación para la retirada del monumento, que podría ser retirado antes de acabar el año.
Dos procesos infructuosos
El vía crucis para retirar la cruz ha tenido tres estaciones. La primera licitación se inició en verano, cuando se esperaba la retirada del monumento. Sin embargo, la empresa que ganó esta primera adjudicación, Solaris Purgaret, pidió retrasar el inicio de los trabajos alegando que había un contencioso judicial en marcha.
Finalmente, ante los retrasos de la empresa, el Ayuntamiento decidió resolver el contrato con la compañía, que será multada por incumplir las obligaciones que adquirió. Además, sorprendió saber que esta empresa no había tenido ninguna actividad desde su creación el año pasado. Una anómala situación que acrecentó las sospechas del consistorio mientras los plazos de ejecución corrían sin que comenzasen las obras.
Así, el ayuntamiento volvió a la casilla de salida con segunda licitación también resultó infructuosa, ya que ninguna empresa se presentó para llevar a cabo los trabajos. En esta segunda licitación el ayuntamiento se protegió frente a empresas fantasmas como Solaris Purgaret pidiendo mayores requisitos técnicos y experiencia en los últimos cinco años y sacó la licitación con el mismo presupuesto, de 58.914 euros, pero quedó desierta.
Ahora, ya en el mes de octubre, y con la repetición del proceso, dos compañías sí se han animado, por lo que se inicia una nueva vía para la retirada del monumento. A no ser que vuelvan a suceder imprevistos.
Desde 2018 intentando retirarla
La retirada de este símbolo, calificado como Vestigio Franquista por el catálogo de la Conselleria, no ha sido un camino de rosas para el consistorio, con un proceso iniciado en 2018 y que se ha encontrado con múltiples palos en las ruedas.
Los nueve procesos judiciales iniciados por la Asociación de Abogados Cristianos, que está llevando a cabo su particular guerra contra la retirada de esta cruz, han retrasado hasta este 2022 la licitación de su retirada.
Restituir el jardín original
El proyecto plantea la retirada y restitución del jardín original y se deberían de poder realizar en seis semanas. Primero se tendría que construir el el armazón de encofrado para transportar la cruz hasta su nueva ubicación, en la iglesia de Rafalafena, sin que sufra desperfectos.
Posteriormente, la idea es recuperar el jardín original de 1926, que ocupaba el espacio donde ahora está la cruz y su escalinata.
El 3 de agosto era el día anunciado para empezar las obras, tras cuatro años de contenciosos judiciales y 79 años de cruz en el parque Ribalta. El Ayuntamiento anunciaba el día D dando luz verde a las obras.
Ese día, dos manifestaciones encontradas de detractores y defensores se dieron cita frente a la cruz para dar su ‘adiós’ particular a la cruz, unos alegres de ver desaparecer este monumento tras casi un siglo de existencia y otros que defendían que la cruz debía permanecer donde se encuentra.
¿La Cruz de los Caídos o la Cruz del Ribalta?
El Ayuntamiento insiste en que lo hace en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, al constar este homenaje en el catálogo de vestigios de la dictadura franquista, ya que la Cruz de los Caídos de Castellón fue erigida en plena posguerra, instalada en este céntrico parque en el año 1947 para recordar a los caídos del bando franquista.
Sin embargo, los partidos de la derecha recuerdan que el conjunto de la Cruz de los Caídos fue resignificado y desprovisto de símbolos de la dictadura mediante un acuerdo plenario del ayuntamiento de 1979.
No obstante, desde el consistorio la regidora Verónica Ruiz explicó que el monumento “aún provoca confrontación” ya que se siguen produciendo exaltaciones del fascismo cada 20 de noviembre, efeméride de la muerte de Francisco Franco.