El PSPV de Castelló denuncia daños en la plaza la Panderola del Grau tras unos conciertos
La concejala socialista Mary Carmen Ribera critica la afección de las instalaciones permitidas por PPVox en la zona
La plaza la Panderola del Grau de Castelló ha sufrido las consecuencias del recinto de conciertos autorizado este año para Sant Pere por el gobierno municipal que preside Begoña Carrasco. Baldosas rotas, suciedad y daños en el mobiliario urbano son algunos de los efectos aún visibles en la zona. A ello se une el cierre del parque infantil y la fuente tipo géiser con juegos acuáticos durante toda esta semana, que por fin hoy se han decidido a abrir tras las quejas vecinales”, señala la concejala socialista Mary Carmen Ribera.
El parque de la Panderola es el único en el que los niños y niñas, y más en época estival, «pueden acercarse a refrescarse en la zona acuática, pero parece que al equipo de gobierno PPVox no les ha preocupado poner todos los medios necesarios para que se pudiese abrir nada más acabar las fiestas de Sant Pere, eso sin contar con que ya estuvo cerrado toda la semana de fiestas y días previos para el montaje». Solo las quejas de los graueros y graueras «parece que les han hecho por fin adecuar la zona en la mañana de hoy».
Mary Carmen Ribera, en cualquier caso, denuncia los “desperfectos que hay en toda la zona, que siguen siendo visibles, con parte del suelo afectado y suciedad aún visible”. A ello se unen las críticas de las peñas del Grau, que se han visto perjudicadas tanto por el gran escenario instalado en la plaza como por el permiso dado a casetas de comida y bebida.
Esta queja, según expone la concejala socialista, “se extiende a los bares próximos a la plaza de la zona de la Panderola, que siempre esperan las fiestas de Sant Pere como una oportunidad para poder aumentar los beneficios de sus negocios, pero que en la presente edición se han visto claramente afectados por estas casetas”, se lamenta Mary Carmen Ribera, quien acusa a Begoña Carrasco y a su concejala en el Grau, Ester Giner, “de no pensar en las empresas hosteleras de los graueros y graueras, en las familias con niños y niñas y en las peñas”.