Un proyecto europeo con participación del INAM-UJI propone crear células solares de perovskita y reducir su impacto ambiental y económico
Conseguir un sistema fotovoltaico eficiente y sostenible se ha convertido en una necesidad para alimentar la creciente demanda energética en múltiples áreas y contextos. Sin embargo, los métodos de producción en masa para fabricar células solares de perovskita de haluro que sean eficientes y estables de una manera segura y sostenible presentan retos científicos y tecnológicos y los métodos de fabricación a escala de laboratorio no se pueden ampliar.
La comercialización de las perovskitas de haluro, que han revolucionado este campo dado su alto rendimiento de fotoconversión en laboratorio, se ha convertido en un tema prioritario en el participan muchos grupos de investigación y empresas de todo el mundo. Un consorcio integrado por seis centros de investigación y cuatro empresas (HEPAFLEX), en el que participa el equipo del Instituto de Materiales Avanzados de la Universitat Jaume I de Castelló, liderado por Iván Mora Seró, se ha propuesto desarrollar células solares de perovskita flexibles de alto rendimiento y adaptables a múltiples contextos.
Para abordar la eficiencia en grandes superficies, HEPAFLEX combinará métodos de recocido fotónico rápido y la fabricación de capas delgadas de perovskita de gran superficie con rutas de química verde, rediseñando el enfoque de procesamiento; y permitirá establecer una tecnología fotovoltaica sostenible basada en la circularidad de la fabricación, la flexibilidad, la versatilidad, la sustitución y el reciclaje.
Este planteamiento de alto rendimiento basado en sustratos flexibles versátiles y rentables es una oportunidad para reducir el impacto medioambiental y económico de las células, al garantizar la versatilidad de uso en múltiples aplicaciones y al permitir una estrategia de sustitución flexible que ampliará la vida útil efectiva de los módulos rígidos de alta potencia a más de 25 años, reduciendo el coste y la huella de carbono de la fotovoltaica actual.
El desarrollo de un proceso único también permitirá aplicaciones flexibles puras a escala no utilitaria que mantengan la mayor eficiencia. Estas aplicaciones, actualmente inviables, reducirán la competencia entre distintos tipos de usos del suelo. El proyecto garantizará así la seguridad de la tecnología con aditivos para secuestrar el plomo, y así evitar fugas de este material, integrados con métodos de reciclaje para reutilizar los materiales empleados en la fabricación de los módulos.
Los socios que forman parte del consorcio han sido cuidadosamente seleccionados en función de su actividad investigadora y empresarial en el desarrollo, caracterización, regeneración y explotación de células solares de perovskita y otras tecnologías fotovoltaicas. Está integrado por el CSIC, las universidades de València y Jaume I de Castelló (España), Ben-Gurión del Negev y Bar-Ilan (Israel), Kauno Technologijos (Lituania) y École Polytechnique Federale de Lausanne (Suiza) y las empresas Saule Spolka Akcyjna (Polonia), Solaveni GMBH (Alemania), Lomartov SL (España) y Rinovasol Global Services BV (Holanda).