La nueva avenida de Lidón de Castelló ya muestra su nueva cara
Una de las últimas actuaciones será la grabación en láser de las paradas del Via Crucis
Las obras de remodelación de la avenida Lidón de Castelló se están ultimando para su finalización en próximos días. Tras casi un año de intervención, los trabajos se centran ahora en las labores de jardinería, arbolado y riego, además de la instalación de mobiliario y colocación de señalización, mientras que el grueso de la actuación de reforma está prácticamente acabado.
Una de las últimas actuaciones que se llevarán a cabo será el biselado con una técnica láser de las 14 paradas del Via Crucis hasta la basílica, una mejora en el proyecto que ofertó la empresa ganadora de la adjudicación.
Así, la ciudad tendrá una nueva ruta peatonal y ciclista de 1’5 kilómetros, desde Maria Agustina y hasta la basílica. Además, ganará un espacio verde al abrir el parque de Rafalafena a la avenida con la eliminación del vallado que lo separaba.
¿Cómo queda el tráfico en la avenida de Lidón?
En cuanto al tráfico, ya no se podrá circular en los dos sentidos por la avenida, puesto que entre Tombatossals y la Lledó solo habrá un carril de circulación.
Además, en algunos tramos el carril que mantiene es el derecho y en otros el izquierdo. Así, se podrá circular hacia la Ronda solo en el tramo que va desde la estatua de Perot de Granyana, entrando por la calle Matilde Salvador.
De este modo, ya no se puede recorrer toda la avenida en un único sentido para evitar que esta se convierta en una vía principal de entrada a la ciudad y así reducir el tráfico que entra por la calle Gobernador.
Con la eliminación de la rotonda del Tombatossals, que se convierte en una mediana, el tráfico de la avenida queda cortado y para acceder habrá que dar un rodeo.
Sin embargo, con la doble circulación que se ha puesto en marcha en la calle Rafalafena sí se puede circular en doble sentido tanto por esta calle como por Capuchinos, las nuevas vías de entrada a la ciudad.
En cuanto al tramo desde Tombatossals a Maria Agustina, el acceso se deberá de hacer mediante calles en bucle, también para evitar que se pueda recorrer entera en un solo sentido.
Además, la nueva configuración de la avenida llevará al rediseño de las calles que quedan en ‘cul de sac’, donde se restringirá el tráfico para que solo puedan acceder los vecinos.
Las obras han costado 3,3 millones de euros, que han sido cofinanciados al 50% por los fondos europeos Feder.