Marco destaca que el saneamiento financiero ha impulsado las inversiones, la mejora de los servicios y la bajada de la presión fiscal
La alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, ha presentado en rueda de prensa el estado de situación de la economía municipal y la evolución de los principales indicadores. El descenso paulatino de la deuda desde 2015 ha ido acompañado por el reforzamiento de los servicios públicos esenciales y el aumento espectacular de las inversiones.
“El saneamiento financiero permite hacer política social, turística, de empleo, cultural o deportiva”, ha indicado Marco, quien ha afirmado que el Gobierno municipal ha conseguido el objetivo de afinar las cuentas públicas para que el presupuesto se dirija a mejorar el bienestar de la ciudadanía. La alcaldesa ha comparecido con el regidor de Gestión Municipal, Antonio Lorenzo, a quien ha agradecido la tarea de racionalización de la contabilidad.
Marco ha destacado la caída del endeudamiento desde el 80% de hace tres años al 18% que se prevé al término de 2018. Una situación que, según ha afirmado, ha sido posible por la austeridad y los ajustes de los préstamos bancarios heredados por los gobiernos de la derecha. La deuda del Ayuntamiento llegó a ser de 129 millones en 2012 y a finales de 2018 será de 32 millones de euros. “La intención ahora es llegar al cero”, ha afirmado.
Los recursos obtenidos por la mejor gestión financiera, al pagar menos intereses por los préstamos bancarios, han permitido implementar el presupuesto de los servicios públicos más directamente relacionados con el bienestar ciudadano. Es el caso del gasto en empleo, que se ha incrementado en un 650%, y el de bienestar social, que ha duplicado las cifras de atención a las personas más vulnerables. “El Pacto del Grau tenía como objetivo mejorar los servicios de atención a la ciudadanía”, ha afirmado.
Otro indicador que representa el estado de la economía municipal es el de las inversiones. La alcaldesa ha presentado un gráfico comparativo con la evolución de las obras públicas impulsadas por el Ayuntamiento en los últimos años. Frente al punto más bajo de inversión, en 2013, con 4,6 millones de euros, Marco ha contrapuesto las inversiones que se materializarán en el ejercicio actual, que alcanzarán los 24 millones de euros.
En 2018 se prevé invertir 7,4 millones de euros consignados en el presupuesto municipal, además de 11,09 millones de euros de inversiones financieramente sostenibles (con fondos procedentes del superávit del año anterior) y 5,6 millones de proyectos financiados con cargo a los fondos Feder de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (EDUSI). En torno a los 24 millones de euros en un único ejercicio.
Marco ha recalcado que el saneamiento financiero permitido bajar el periodo medio de pago a proveedores, que en algunos meses ha sido de tres días tras el registro de las facturas. Además, ha permitido bajar la presión fiscal. Al respecto, ha puesto el ejemplo del IBI. El coeficiente ha bajado en torno al 12% en dos años, frente al 130% de incremento de la cuota que experimentó la contribución urbana entre 2000 y 2015. El IBI rústico también ha bajado de forma considerable. Con la reducción del coeficiente del 1,07 al 0,60, un propietario medio que pagaba 625 euros en 2016 ahora paga 350 euros.
“Este panorama económico y financiero se ha conseguido pensando que las cuentas del Ayuntamiento son como las de cualquier casa y actuando como una familia, que ve cuántos ingresos tiene y qué puede o no puede gastarse”, ha referido la alcaldesa, tras recordar la herencia económica que dejó el anterior gobierno, con algún préstamo con comisiones de cancelación tan altas que son lesivas para el Ayuntamiento. “Una barbaridad financiera”, ha dicho.
