Ya hay fecha para el “apagado” de las cámaras sancionadoras del centro de Castellón
Será antes de Navidades para promover de nuevo el comercio en el centro, eso sí, con un nuevo protocolo para evitar la saturación de vehículos
Las cámaras de Castellón dejarán de multar y ya hay fecha. Era un compromiso que tenía Begoña Carrasco en campaña electoral y que se comprometió a poner en marcha si llegaba a la alcaldía. Ahora, tras cinco meses de gobierno y de coordinar las diferentes áreas a quienes afecta esta decisión, acaban de anunciar que las cámaras sancionadoras dejarán de estar operativas para tal fin antes de Navidad.
Fuentes municipales han confirmado a elperiodic.com esta noticia y han asegurado que es un trámite “muy complejo”: Por un lado se quiere evitar que, si dejan de sancionar, el centro vuelva a llenarse de coches y, por otro lado, se está desarrollando una web municipal para que residentes y profesionales que se desplacen por el centro por motivos laborales o de residencia, puedan tener la pertinente autorización.
“No podemos apagar las cámaras de la noche a la mañana porque no queremos que el centro vuelva a llenarse de coches. En paralelo, están trabajando las concejalías de seguridad, servicios públicos e incluso movilidad para una página web en la que se pueda conseguir la autorización a modo de click”, aseveran estas mismas fuentes.
Recuperar el comercio del centro
PP y Vox, ahora en el gobierno, llevan años denunciando el efecto disuasorio en el comercio local que han tenido estas cámaras que sancionan desde el año pasado con 80 euros a los vehículos sin autorización, vaciando el centro de la ciudad: “La gente ha dejado de venir para no arriesgarse a que la multen, sobre todo quienes venían de los pueblos a comprar los fines de semana, con el consiguiente perjuicio para el comercio”.
La idea no es apagar las cámaras, sino eliminar su efecto sancionador. De hecho, se van a mantener para controlar el tráfico y mantener las emisiones en niveles bajos. Si los sensores detectan un aumento de los niveles de emisión, se cerrarán determinadas calles para bajarlos de nuevo. Con todo ello, el compromiso del gobierno es reorientar el proyecto de la ‘superalmendra’ para no cerrar al tráfico 745.000 metros cuadrados de superficie urbana afectando al centro. “Trabajamos para no perder los fondos europeos. Nuestra prioridad, sin duda, es salvar el centro y a las familias que hay detrás del comercio y hostelería local y no estrangular el corazón de la ciudad”, insiste la alcaldesa Begoña Carrasco.
