La naranja de Burriana, en peligro por el incremento de las importaciones sudafricanas
Las pocas cosechas que se han salvado este año han sido vendidas por debajo de 0.15 céntimos el kilo
El cultivo de cítricos en la Comunidad Valenciana no atraviesa su mejor momento. La bajada masiva de los precios, unida a una fuerte competencia de la naranja sudafricana, ha producido pérdidas irreparables en todo el territorio valenciano. En concreto, Burriana ha sido una de las zonas que más ha visto peligrar sus cosechas debido a la importancia del cultivo de cítricos en el sur de Castellón.
“Tenemos un problema gravísimo. La gran cantidad de fruta que está entrando de países terceros provoca que nuestros cítricos se queden en el campo”. Quien habla es el director de la Cooperativa San José de Burriana, Juan Vicente Moros, quien esta mañana ha participado en la protesta encabezada por la Unió de Llauradors i Ramaders ante la Delegación del Gobierno de la Comunidad Valenciana. En opinión del agricultor burrianense, la situación actual “hace que el agricultor tenga unas pérdidas enormes, y con ello la dificultad de poder seguir trabajando”.
Y es que si el año pasado las clemenules se vendían en Burriana entre 0.27 y 0.30 céntimos el kilo, en los últimos meses las más caras se han vendido a 0.21 céntimos. Eso, con suerte. Porque según Moros, la mayoría de cosechas de clementinas este año se han perdido. Las pocas que no lo han hecho, se han pagado por debajo de 0.12 o 0.15 céntimos el kilo, un precio muy inferior al de coste que no cubre los gastos de cultivo.
Uno de los más afectados por la pérdida de las naranjas ha sido el propio director de la cooperativa, que ha visto en primera persona cómo una partida de clemenules “se ha quedado colgando”. “Vivimos años malos que van a tener pérdidas para el 90% de los agricultores o más”, lamenta. Para los campesinos de Burriana, es “imposible obtener beneficios” si no recogen los cítricos o los pagan muy por debajo de precio de coste”.
Por otra parte, el apoyo del Gobierno al convenio comercial con Sudáfrica ha perjudicado de forma notable las ventas de la naranja española al incrementar las importaciones de los cítricos procedentes de África. El apoyo de las autoridades, aseguran los agricultores de Burriana, es nulo.
“Han priorizado más que los sudafricanos hagan negocio a que nosotros demos salida a la fruta en nuestro mercado natural que es Europa, del que somos socios”, informa el responsable de la cooperativa. Sin embargo, Moros reconoce que la calidad de las naranjas sudafricanas puede ser “tan buena” como la española, e incluso entiende que en determinadas épocas del año en Europa no hay cítricos “y hay que traerlos de donde sea”. Siempre y cuando exista reciprocidad en las negociaciones con el país importador, los agricultores de Burriana admiten que no les pueden negar vender aquí sus naranjas. Pero para los campesinos el principal problema es que en Europa resulta muy complicado cultivar, mientras que en Sudáfrica “es muy fácil”. “Traen la naranja de allí y la nuestra desaparece, así no se puede vivir”, comenta Moros indignado.
Para poner fin a lo que consideran una “falta de dignidad” por parte de los políticos, los agricultores de Burriana comenzaron el año pasado a manifestarse con un objetivo claro: que se tengan en cuenta sus intereses por encima de los de otros países. “Queremos que esta situación se soluciones y sabemos que el Gobierno de España tiene capacidad para poder hacerlo”, indican.
El director de la Cooperativa San José asegura orgulloso que el pueblo castellonense ya ha empezado a salir a la calle para exigir sus derechos. Así, en la capital de la Plana Baja se concentraron por primera vez frente al Ayuntamiento el pasado 18 de diciembre. A esta protesta le siguieron otras dos: una el 21 de febrero, cuando salieron a la calle más de 4.000 campesinos, y otra el 25 de febrero, cuando toda la comarca se manifestó en Nules. Tras la concentración de hoy, a la que han asistido agricultores de todo el territorio valenciano, la próxima tendrá lugar el día 4 de abril también en Valencia.