Jorge Monferrer: “Si no lo hacemos bien Sant Gregori puede ser una hipoteca para las futuras generaciones de Burriana”
Entrevistamos al alcalde cuando cumple un año en el poder para conocer cómo será el futuro Arenal, dónde se podría ubicar el Palau de la Festa, cómo amenazan con la quiebra los nubarrones de Sant Gregori o cuál es la salud del pacto PP-Vox
Jorge Monferrer cumple un año al frente de la alcaldía de Burriana. Una primera vuelta al sol en la que el nuevo ejecutivo municipal de PP y Vox ha discurrido entre los primeros pasos de grandes proyectos de futuro, la gestión diaria y algunas polémicas culturales.
Elperiodic.com lo entrevista cuando lleva un cuarto de legislatura en el poder para conocer cómo será el futuro Arenal, dónde se podría ubicar el Palau de la Festa, cómo amenazan a la ciudad con la quiebra los nubarrones de Sant Gregori o cuál es la salud del pacto entre los populares y los de Abascal.
¿Cuál ha sido su momento de mayor satisfacción en este primer año?
La confirmación de la Conselleria para hacer en Burriana la mayor inversión de la historia del municipio con la depuradora. En ese momento te sientes orgulloso y seguramente mucha gente no le de importancia, porque mientras no moleste y esté lejos no preocupa al ciudadano. Pero si analizas lo que supone te das cuenta de que has conseguido algo histórico, como la recuperación de esa parte de la costa que siempre ha sido la hermanita pobre de Burriana o la reutilización del agua, porque todo el caudal lo tiramos al mar y además pagamos casi 80.000 euros al año por ello.
También hemos conseguido la cesión de la parcela donde debe de ir el centro de salud del Puerto, que ya estamos negociando con la Conselleria para ver quién paga la obra. Pero, al final, lo que lo justifica todo es cada vez que un vecino me para por la calle para darme la enhorabuena.
En el lado contrario, ¿cuál ha sido el peor mazazo que ha recibido en estos 12 meses?
El gran mazazo fue justo antes de las elecciones con la sentencia sobre Sant Gregori. Fue de las peores noches que he pasado. Ese día te planteas si vale la pena ganar las elecciones o perderlas, porque la hipoteca es de tal calibre que dices: ¿dónde me he metido?
Al día siguiente estuve con Carlos Mazón y me vio tan serio que me preguntó qué es lo que pasaba. Su respuesta fue: ‘no te preocupes, estaremos para ayudarte desde la Generalitat en lo que haga falta’.
Yo le pedí ayuda para que esto no sea una lápida para Burriana y el final del Ayuntamiento porque, si no lo hacemos bien, Sant Gregori puede ser la hipoteca de las futuras generaciones, de nuestros hijos y de nuestros nietos.
Al final la reclamación de la administradora concursal es la confirmación de mis temores de aquel momento. Lo que nos dicen los abogados es que ahora se piden 40 millones de euros, pero si lo piden todos los propietarios nos vamos a los 200 millones. Y 200 millones significa que el ayuntamiento está quebrado, porque nuestro presupuesto es de casi 40 millones de euros y a partir del 110% de endeudamiento pasas a estar intervenido por el Estado. Habría que decidir qué cosas no vamos a poder hacer, si fiestas, si cultura o si servicios sociales y no lo decidiremos nosotros, sino alguien en Madrid, porque lo prioritario será pagar esta deuda.
¿Tenéis un plan B si se da la el peor de los escenarios?
No hay plan B, esto es como cuando decimos que el mundo es finito y que tenemos que cambiar nuestra forma de entendernos con la Tierra, porque, si nos la cargamos, no hay planeta B.
Yo no me lo planteo porque si sucede entonces no hará falta alcalde. Has de trabajar sin pensar en esa posibilidad porque yo no puedo perder ni un gramo de fuerza en pensar en un plan B, tengo que dedicar todos mis esfuerzos en el plan que no confirme esa posibilidad. Y por mala que sea esa alternativa, va a ser buena considerada con la otra.
¿De qué manera les podría apoyar la Generalitat, como le trasladó Mazón?
El respaldo que pedimos no es económico, ni que nos pagaran esa hipoteca económica, lo que necesitamos es no tener esa hipoteca.
La Generalitat puede ayudarnos desde el punto de vista legislativo, puede modificar las actuales leyes como el Pativel o el resto de las que afectan a Sant Gregori, acelerar las iniciativas que desarrollemos o ayudarnos a que el Ministerio apruebe el proyecto de protección de la Costa.
Si el PAI es una realidad y es un éxito pasas de tener una deuda millonaria a ingresos y actividad económica, con un campo de golf y hoteles. Es darle absolutamente la vuelta a esta tortilla para que sea muy positiva.
Igualmente, cuando vino la consellera de Turismo, Nuria Montes, le comenté que no necesitamos dinero, sino que nos ayuden a transformar el Arenal.
¿Cómo avanza este proyecto del futuro Arenal y cuándo comenzaremos a verlo?
Llevamos 50 años sin hacer nada en esta zona, que es la joya de Burriana y es un proyecto a largo plazo. Ahora estamos en proceso de modificación del Plan General y los técnicos me dicen que antes de poner la primera piedra pueden pasar dos años.
Esta legislatura sí tendremos desarrollado el plan y habremos presentado qué es lo que queremos en el Arenal, pero no habrá nada desarrollado aún. Con el plan en la mano tendremos que licitar esas parcelas para que vengan inversores, a los que les ofreceremos concesiones por un periodo de años para que abran hoteles y restaurantes en primera línea de playa y costear la urbanización, que puede suponer 20 millones.
Con esos ingresos podremos urbanizarlo todo, porque la idea es que el 90% sean zonas verdes, naturales, de running, para el disfrute de los ciudadanos, dotacionales o culturales y el 10% restante para hoteles y restaurantes.
No queremos un Arenal abandonado como hasta ahora, sino que valga la pena ir a disfrutar. Puede ser la punta de lanza para el turismo y puede transformar la ciudad igual que el puerto transformó la ciudad en los años 20. Son proyectos a largo plazo que los puedo inaugurar yo o el próximo alcalde, pero quién los inaugure da igual, alguien tiene que poner la primera piedra.
Otro proyecto para el futuro de la ciudad es el de ‘Burriana, ciudad de museos’. ¿En qué estado se encuentra la reapertura del Museu de la Taronja, las gestiones para el del cardenal Tarancón o las posibles colaboraciones con el del Bou?
En el Museo de la Taronja se está trabajando en la vía administrativa porque el patronato ya no existe en estos momentos porque hay que formar uno nuevo. Además, hemos hecho una valoración económica de lo que costaría la reforma del edificio, que no es nuestro, sino de la Fundación Caja Castellón, que ya no forma del patronato y habría que compensar el alquiler de alguna forma, pero ponerlo al día supone un millón de euros, por lo que hemos de decidir si quedarnos los próximos 30 años allí o emplear ese millón para buscar una nueva ubicación.
El nuevo Museo Arqueológico ya está inaugurado y hemos puesto la primera pata del Museo Modernista al Aire Libre, con las bases para rehabilitar las fachadas e iluminarlas con conexión al alumbrado público.
En cuanto al Museo Tarancón, estamos negociando con el obispado y respecto al Museu del Bou, es el propietario el que tendrá que decidir la fecha de la inauguración, pero hemos puesto a su disposición todo lo que haga falta del Ayuntamiento para que sea una realidad pronto.
Hablamos de proyectos que van dando sus primeros pasos, como es el caso también de la gran plaza ciudadana en el centro, pero hay alguno que se mantiene a la espera en estos momentos, como la idea de un nuevo Palau de la Festa. ¿Se mantiene este proyecto?
Sí, se está avanzando. Consensuamos la ubicación con las entidades festeras, que nos dijeron que la mejor ubicación era detrás del actual Llar Fallero, donde hay una parcela de dotación municipal de aproximadamente 2.500 metros cuadrados y ya hemos hecho una valoración económica del primer anteproyecto.
Pero por el coste que tiene, que es importante, lo va a determinar la convocatoria de las ayudas europeas POPE (de los Fondos Feder) donde creemos que tiene cabida. Si fuera así aceleraría que fuera una realidad esta legislatura.
Anunció una reunión del pacto de Gobierno tras las polémicas que han estallado este año en torno a la concejalía de Cultura de Vox. ¿qué va a plantearles a sus socios?
No queremos que este tipo de cosas empañen todo lo demás. Hay una serie de cuestiones en las que estamos en desacuerdo, pero debemos centrarnos en lo que estamos de acuerdo, porque es justamente lo que usa la oposición para socavar un pacto que creo que ha traído muchas cosas buenas.
En varias ocasiones ha tenido que salir al paso para defender, según ha explicado, la pluralidad y la diversidad de Burriana ¿se ha resentido la salud del pacto de Gobierno por estos roces?
Yo soy el alcalde de todos y voy a defender a todos por igual, da igual como piensen y de quién se enamoren. Mientras yo sea alcalde no se va a discriminar a nadie y voy a defender a todos por igual
Evidentemente eso resiente, porque estás de alguna forma poniendo tu autoridad por delante de llevarte bien con alguien. Pero en este caso la defensa de los ciudadanos y de la dignidad de las personas está por encima de cualquier pacto. Y esto va a seguir pasando si nos centramos en lo que no estamos de acuerdo, porque si nos centramos en lo que sí estamos de acuerdo no habrá que imponer absolutamente nada.
Se ha llegado a plantear en algún momento el cese de Jesús Albiol?
No, para el cese yo he de poner en una parte de la balanza todo lo bueno que hemos conseguido y en la otra parte todo lo negativo, y me pesa mucho más lo primero.
Abrimos ahora el segundo año de la legislatura, ¿qué tenemos que esperar en el futuro próximo de Burriana?
Mi carta a los reyes magos para este año sería anunciar la reanudación de las obras del instituto Jaume I y podría ser una realidad el anuncio del inicio de la construcción del centro de salud del Puerto. Además, seguir avanzando en situar a Burriana como un referente dentro de la Comunitat Valenciana, como ha ocurrido con el foro de ciudades costeras que ha nacido aquí. Que Burriana vuelva a ser importante.
