El cuartel de la Guardia Civil de Burriana cambia de piel
Tras años de espera, la reforma comienza a ser una realidad
Tras varios años de espera, el ajado cuartel de la Guardia Civil en Burriana comienza a mudar de piel con el inicio de su reforma.
Con presupuesto de 2’8 millones de euros, los trabajos de la comandancia tendrán que completarse en diez meses, según marcan los pliegos de la adjudicación.
Así, este mayo el cuartel de Burriana, de ladrillo a caravista, ha comenzado a vestirse con las primeras placas de aislante para mejorar el edificio.
En el proyecto, financiado con fondos europeos, se busca instalar placas fotovoltaicas y mejorar el aislamiento térmico para reducir el gasto energético en los meses de más frío y más calor. Además, se sanearán las fachas, con muchos problemas de humedades y se sustituirán los ventanales.
Y es que el cuartel donde se ubica actualmente la sede de la Benemérita en la capital de la Plana Baixa data de los años 70 y sufre problemas de humedad y filtraciones e incluso ha registrado en los últimos tiempos problemas con insectos y roedores.
Además, el edificio también resolverá algunos problemas de accesibilidad, como en rampas y escaleras, para cumplir con la normativa actual. Del mismo modo, se eliminarán piezas de fibrocemento, se retirarán los antiguos tendederos que incumplen la ordenanza actual de Burriana y se renovarán los calabozos, donde se han observado problemas de accesibilidad, 'falsos techos improcedentes' y un sistema de videovigilancia deficiente.
Hay que recordar que el cuartel de la calle Capitán Cortés dispone también de 42 viviendas y en él dan servicio un centenar de agentes.
