Un convento de Burriana se convierte en un centro de salud mental
El centro contratará a medio centenar de personas cuando esté a pleno rendimiento
Un convento de Burriana se convertirá en un centro de salud mental. Se trata del antiguo edificio de las Dominicas en la plaza de las Monjas, donde se va a inaugurar el nuevo edificio.
Concretamente, las nuevas instalaciones del Grupo Insoeme que nace en la capital de la Plana Baixa se ubicarán en el espacio que ocupaba la residencia de las monjas.
Pablo Ribes, un enfermero de Burriana que trabaja en el Hospital Provincial de Castelló, es el autor de este proyecto que ahora empieza a dar sus primeros pasos.
“Buscábamos un edificio por toda la provincia y la casualidad ha sido que lo hemos encontrado en mi propia ciudad”, explica Ribes.
Ribes explica la coincidencia de que las religiosas, que salieron del edificio en el verano de 2021, buscaban comprador para el edificio antes de irse a su nueva ubicación en Orihuela.
El centro necesitará irá contratando personal conforme entren los internos y cuando esté al 100% con los 80 usuarios viviendo en el convento, se espera contratar a 45 ó 50 personas de diferentes perfiles: Enfermeros, psicólogos, cuidadores, educadores, celadores o terapeutas ocupacionales.
En cuanto al nombre del edificio ,será CEEM San Martín de Porres, en honor a este santo que tenía su altar en el convento y por el que hay gran devoción en el municipio.
Por algo será que al convento se le conocía popularmente como la ‘Casa del beatet’ (en referencia al santo cuando todavía no era santo), como ha recordado la alcaldesa, Maria Josep Safont, que ha señalado que este es un centro “muy necesario para Burriana”.
La idea es crear un centro comunitario, abierto y flexible, integrado dentro del núcleo urbano para acabar con la estigmatización del colectivo.
De hecho, en la presentación han recordado que solo un 1% de los actos violentos los producen estas personas, mientras que reciben un 10% de todos los ataques de se producen.
Así, se ha buscado una ubicación céntrica, en lugar de los antiguos centros alejados de las ciudades, para que se pueden relacionar, hacer vida social y no quedar “enclaustrados” en un edificio solitario. Así, se buscará la rehabilitación psicosocial para pacientes que estén en fase estable.
