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Conflicto en El Pilón de Burriana por el cambio de adjudicatarios

Conflicto en El Pilón de Burriana por el cambio de adjudicatarios
  • El Ayuntamiento podría acabar derribando el restaurante

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Conflicto en El Pilón de Burriana por el cambio de adjudicatarios - (foto 2)

La temporada estival ya ha comenzado en Burriana, con los chiringuitos de la Malvarrosa y el Arenal a pleno rendimiento. Tras la licitación de las concesiones el pasado abril, algunos se estrenan con los nuevos locales y otros repiten en sus espacios habituales.

Sin embargo, la situación en el mítico restaurante El Pilón de Burriana podría enquistarse, por un conflicto en el traspaso del local. Y es que después de varias décadas ofreciendo comidas en el entorno del antiguo camping del Arenal, el propietario saliente ha decidido continuar al frente, a pesar de que la licitación de los terrenos la obtuvo otro empresario.

La situación podría enquistarse y acabar en los juzgados si el hostelero opta por no desmontar las instalaciones para dejar paso a la entrada del nuevo concesionario, que tenía pensado construir un local renovado.

De hecho, el alargamiento de el proceso administrativo y su posible continuación en el plano judicial podrían retrasar el desmontaje, lo que no permitiría al nuevo concesionario montar durante este verano.

Y es que, según las bases del último concurso público, el 1 de mayo tendría que haberse iniciado el desmontaje de las instalaciones, para dejar espacio libre a los nuevos adjudicatarios de los locales.

Además, hay que tener en cuenta que el local solo podría estar abierto hasta el próximo 10 de octubre, según se indica en los pliegos sobre el servicio de hostelería estival. En total, un máximo de 4 meses que quedarían reducidos, lo que podría complicar que se rentabilizara el nuevo local, al que se pretendía hace una profunda remodelación.

Por parte del Ayuntamiento han explicado a elperiodic.com que, cuando el actual concesionario denunció la situación, el Ayuntamiento requirió al ocupante que lo desmontase en un plazo de 10 días, cosa que no se produjo.

Además, el actual ocupante alegó en un largo escrito una suerte de derechos adquiridos durante su ocupación los últimos años, argumentando cuestiones como las reformas realizadas durante varias décadas. Un escrito que el Ayuntamiento ahora ha desestimado, por lo que el hostelero debería abandonar las instalaciones en la próxima semana.

En caso contrario, según se ha explicado a elperiodic.com, sería el propio Ayuntamiento el que lo desmontaría de forma subsidiaria, derribando incluso algunas partes sin fuera necesario. Unos trabajos que posteriormente se le cargarían al hostelero y que el Ayuntamiento estima que podrían tener un coste de unos 50.000 euros.

Desde el Ayuntamiento explican que la situación se podría complicar si ahora el actual ocupante decide llevar el caso al juzgado contencioso-administrativo, ya que con una petición de medidas cautelares podría continuar sirviendo mesas este verano. Además, si el Ayuntamiento se ve obligado a derribar el edificio, debería licitar la contratación de estos trabajos, lo que alargaría más el proceso.

Según los pliegos de la licitación, el 15 de junio los nuevos concesionarios estaban obligados a estar ya ofreciendo el servicio, una situación que no ha podido darse el el caso de este restaurante, por lo que desde el Ayuntamiento se le podría intentar ofrecer otro espacio para solucionar la situación, si el nuevo adjudicatario lo aceptase.

Las nuevas concesiones

El resto de chiringuitos y locales estivales han comenzado a ofrecer sus servicios sin problemas, tanto por parte de los nuevos concesionarios como de los que han logrado renovar. Y es que este año ha tenido lugar el nuevo concurso público para elegir a los nuevos gestores de estos locales, un proceso tras el cual ha cambiado bastante el habitual mapa de los chiringuitos.

Las concesiones, para el periodo estival de este 2022, se pueden ir prorrogando año tras año hasta un máximo de cuatro, un procedimiento que ha sido el habitual en los últimos años, tanto para los seis chiringuitos como para el restaurante, los cuatro merenderos, la churrería y el quiosco, las dos ferias infantiles y los otros servicios playeros, como el de las motos de agua o el de las tumbonas y patines.

 

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