Burriana termina la primera semana del curso escolar con cero casos de covid

Ha sido una semana muy intensa para padres y alumnos. La vuelta a las aulas cada septiembre, cargada de nervios para los más pequeños, ha sido este año especialmente tensa debido a la situación sanitaria.

Pero, a pesar de los protocolos y todos los cambios, el balance que hace el Ayuntamiento de Burriana es positivo: no han habido contagios en alumnos o personal docente por lo que no ha sido necesario cerrar ningún aula ni poner en cuarentena ningún grupo y los problemas que han surgido en los primeros días se han ido solventando.

“La primera semana ha sido de adaptación y a partir de ahí se va puliendo. Pero, en general, estamos muy satisfechos ya que ha habido una gran colaboración entre todas las partes”, ha declarado el concejal de Educación, Joan Ramon Monferrer, en una entrevista con elperiodic.com para hacer valoración de esta primera semana de clases.

Los planes de contingencia han sido claves

El concejal ha querido destacar la importancia que han cobrado los planes de contingencia que llevan preparando los centros todo el verano y que han sido la base para escalonar la vuelta a las aulas: “Señalización, circulación de alumnos, desplazamientos, distribución de aulas y servicios… todo esto en papel es muy sufrido y, por lo tanto, había que ponerlo en práctica”.

Una práctica que ha funcionado, valora Monferrer, quien destaca las entradas escalonadas como algo muy positivo: “Por un lado ha evitado que todos los alumnos volvieran a clase el mismo día y, por otro, se han evitado aglomeraciones estableciendo horarios diferentes para las entradas de los grupos”.

Sobre las aglomeraciones, destaca las quejas por los accesos al IES Llombai, algo que el concejal ha detallado que es algo que hay que modificar: “Van a abrir las puertas del centro antes para que los alumnos esperen en el patio que es un espacio muy amplio y así se evitan aglomeraciones”. Monferrer explica que en este caso el instituto cuenta con muchos alumnos, más de mil, por que puede resultar complicado al principio de curso hasta que no se normalice todo.

“Cada centro es un mundo”, explica Monferrer y pone como ejemplo algunas necesidades que los diferentes directores han ido manifestando estos días al Ayuntamiento: “Algunos nos pidieron marcar lineas para separar a los padres, en los Salesianos se ha tenido que replantear los accesos porque se podía producir concentración al estar ahí tres colegios”, pone como ejemplo.

El concejal ha querido por último lanzar un mensaje de tranquilidad: “Todos los centros están en relación con los padres para dar indicaciones. Además, la relación con pediatría ha sido también un aspecto muy importante ya que hay una gran coordinación entre los centros de salud y los escolares”.