Burriana sale a la calle para vivir con intensidad la fiesta de Sant Antoni
La celebración en honor a Sant Antoni que Burriana tuvo que aplazar la semana debido al temporal que durante tres jornadas afectó a la ciudad, no perdió ni un ápice de su fuerza ni capacidad de convocatoria, vista la respuesta que de forma multitudinaria ofrecieron los vecinos y vecinas al aprovechar la jornada para bendecir a sus animales. Así, ya durante la mañana la misa celebrada a partir de las once de la mañana en la iglesia del Carme y el posterior pasacalle en el que los caballos y sus caballistas han sido protagonistas, ya ha registrado una afluencia notoria. Tras el oficio religioso y el paseo de jinetes, caballos y gente con sus mascotas, el reparto de «rotllos» a la puerta de la iglesia ha corrido a cargo tanto de varios de los representantes municipales entre los que se encontraba la alcaldesa, Maria Josep Safont, y las Reinas Falleras de 2017, Elena Torralba y Silvia Martínez que, aunque con alguna que otra reserva a la hora de acercarse a los equinos, han repartido uno por uno los «rotllos» a los asistentes. Ambas han perdido poco más tarde el respeto por los imponentes caballos, y en el almuerzo posterior con organizado por los caballistas incluso se han animado a montar en la silla y dar un pequeño paseo.
Pero muchos de los vecinos y vecinos del casco histórico de Burriana han reservado fuerzas para la tarde, cuando a partir de las seis, centenares de personas se han dado cita en la plaça Major para iniciar el que seguramente es el pasacalle más largo de las celebraciones que tienen lugar en Burriana. Con la Agrupació Filharmònica de Borriana abriendo el paso con sus notas a través de las principales calles de la ciudad, primero los caballos, más tarde los carruajes, y cerrando el pasacalle cientos de personas con sus perros, gatos, tortugas, peces... han desfilado durante prácticamente hora y media. El final del recorrido llegaba en la plaça de la Mercè, donde de nuevo, las Reinas Falleras, la concejal de Fiestas Lluïsa Monferrer y la misma alcaldesa, han repartido de nuevo cientos de «rotllos» justo al lado del párroco que ofrecía la bendición a los animales. Con la encendida de la hoguera a pocos metros de La Mercè y con los primeros que se animaban a preparar la cena en las brasas, se cerraba una fiesta de Sant Antoni que, pese a la suspensión del pasado fin de semana, ha vuelto a ser multitudinaria y ha conseguido cumplir un año más con la tradición del patrón de los animales.
Actividad para todos los gustos y en todos los horarios
Pero la fiesta en honor a Sant Antoni no ha sido el único de los festejos que ha congregado a cientos de personas este domingo en Burriana. Después de que el sábado el Aplec de Gegants i Cabuts ya fuera un éxito de participación, la que ya es la vigésima edición del Encuentro de Bolilleras celebrado en la Llar Fallera, ha vuelto a congregar a más de 800 aficionadas a este arte, que desde las diez de la mañana han exhibido de forma conjunta. Hasta allí se han desplazado los concejales Cristina Rius, Vicent Granel, Lluïsa Monferrer y la alcaldesa Maria Josep Safont para «agradecer que año tras año no fallen a esta cita con Burriana, que no para de crecer y que es el reflejo perfecto del trabajo anónimo y la capacidad artísticas de tantas bolilleras como tenemos hoy aquí».