La bienvenida a casa: Consejos para la adaptación de perros recién adoptados
Cuando adoptamos a un perro, y más si ha estado viviendo anteriormente en una protectora, lo mejor es conocer a ese nuevo miembro de la familia antes de presentarle todos los detalles de su nueva vida de golpe
Darle la bienvenida a casa a un perro es ilusionante y bonito, pero debemos tener en cuenta que no siempre es tan fácil como parece. De hecho, para muchos será una nueva experiencia y no sabrán muy bien cómo hacerlo. Prepararemos su cama, sus platos de agua y comida, una nueva correa, el collar o el arnés, algún juguete y la comida. De primeras querremos que no le falte de nada, y más si ese nuevo miembro de la familia llega tras haber sido adoptado de una protectora de animales.
“Siempre deseamos la mejor vida posible para nuestros perros, y más si sabemos que antes han sido abandonados, pero la sobre estimulación temprana tampoco es lo mejor para ellos”, explica la educadora canina especializada en perros recién adoptados y cachorros, Alena Chvátalová, quien asegura que lo mejor para incorporar un perro en la familia es ir poco a poco: “En los paseos por ejemplo, podemos empezar con paseos cortos e ir introduciendo otros estímulos poco a poco, como conocer a otros perros o pasear cerca de un parque con niños”.
Y es que, al igual que cualquier persona, este nuevo amigo y tu tendréis que ir conociéndoos y ganándoos vuestra confianza el uno al otro.
La adaptación, lo más importante
No siempre es así, pero la ansiedad por separación o algunas conductas reactivas con otros perros son algunos de los problemas que pueden surgir con los perros adoptados, haciendo que sus humanos terminen devolviéndolos a las protectoras. La educadora nos habla del término ‘Burbuja de Estrés’, acuñado por un compañero de la profesión canina, Jose Miguel Castillejo, y que se basa en ese momento en el que el perro se empieza a sentir cómodo en su nuevo hogar y comienza a tener conductas inadaptadas que antes no tenía: “Ya sea por haber vivido en una protectora o por que haya vivido un suceso traumático, llega un momento en el que esa burbuja explota y empiezan a salir todos los traumas”.
Cuando estos problemas surgen, lo hacen por no haber tenido en cuenta la adaptación que necesitaba el perro. “Muchas veces, de buena fe, les metemos de golpe una nueva vida que el perro generalmente no es capaz de gestionar tan bruscamente”, asegura Alena, quien también detalla que “no siempre llevan esa burbuja con ellos y no tienen problemas. Tan solo hay que conocerlo y adaptar sus primeras semanas según él lo necesite”.
Consejos para una buena adaptación
Cuando se adopta a un perro que ha vivido en una protectora o ha sido rescatado de condiciones inadecuadas, podemos o no tener su historial, pero aunque conozcamos su pasado, no siempre sirve de mucho. Es por eso que la educadora canina aconseja que lo mejor para este tipo de perros es que te guíe un profesional: “Según vayas conociendo a tu perro irán saliendo cosas que pueden ser adecuadas o no, pero no está de más tener esas herramientas que te puede proporcionar un profesional de la educación canina para saber cómo ayudarle a gestionar a tu perro todo lo nuevo que le vendrá en su nueva vida”. Por eso, “lo mejor”, aconseja Alena, “es ir de menos a más, así el perro irá conociendo despacio, poco a poco, todos y cada uno de los estímulos que tendrá a partir de ahora en su día a día. Deja que el perro marque el ritmo y deja que el perro te indique cuando necesita. No le quieras dar todo lo que no ha tenido antes en poco tiempo. Deja que él te indique cuando necesita cada fase de su adaptación”.