En marcha las jornadas del ‘Polp a Caduf y el Peix de Llotja’ de Benicarló: consulta la guía gastronómica
Hasta el 1 de noviembre, esta localidad del litoral castellonense ofrece tapas, menús de pinchos y de degustación con sabor a mar
Recetas como el allipebre, el salpicón de pulpo, el escabeche de pescado o carpaccio de pulpo, son algunas de las propuestas gastronómicas que se pueden degustar en Benicarló, con las jornadas del ‘Polp a Caduf y el Peix de la Llotja’ que se celebran hasta el 1 de noviembre.
Un total de 24 establecimientos hosteleros de Benicarló participan en estas jornadas con menús realmente interesantes con los que disfrutar de los sabores del mar.
Tapas, menús con pinchos o menús degustación completan una oferta gastronómica de inspiración marinera y con mucha tradición, dado que este año se celebra la XV edición del ‘Polp a Caduf y el Peix de Llotja’.
Los comensales pueden disfrutar de esta cita culinaria con una oferta muy variada que va desde los 6 euros la tapa; hasta los 18 euros el menú de cuatro pinchos o entre los 28 y 35 euros por comensal el menú degustación.
¿Qué locales participan en las jornadas del ‘Polp a Caduf y el Peix de Llotja’ de Benicarló?
Se trata de 24 establecimientos ubicados tanto a primera línea de playa como en la zona más céntrica, para que cualquier persona que viva o visite Benicarló encuentre un local cerca para degustar estos sabores del mar.
Se trata de Barrafina Blo, Brasil, Can Cristina, Casa Galo, Cor de Carxofa, Dolce Vita, Frexes, Hogar del Pescador, La Antigua, La Fábrica, La Mar de Bo, Levante, Mar Blava by Vericat, Mare Meua, Montados Can Bolo, Neptuno, Nou Goya, Nou Panamá, Pepi, Pulpería Lucense, Rex Tapas y Vinos, Sant Gregori, San Rafael y Tato’s Gastrobar.
Algunos de ellos solo ofrecen tapas, otros comparten el de tapas o algunos de los menús, bien de pinchos o degustación.
Puedes consultar la oferta gastronómica y el horario del local en esta guía.
Pulpo a caduf, ¿qué es?
Caduf es una palabra de origen árabe con la que se llama a los recipientes en forma de ánfora, hechos de barro, que se usaban para transportar hasta la superficie el agua de los pozos que extraían las norias.
Estos caduf cayeron en desuso y según la leyenda acababan en el fondo del mar arrastrados por las rieras o se tiraban al agua. Los pescadores de Benicarló se percataron que los pulpos se refugiaban en estos recipientes y no podían volver a salir. Por ello, extrajeron estos pulpos de roca y cambiaron los cadufs por recipientes de plástico duro biodegradable en los que estos animales marinos se esconden y con los que los pescadores logran sacarlos fuera del mar para ser cocinados y degustados.